Hay más de 40 cadáveres en domicilio sin poder ser sepultados

Una verdadera tragedia viven los familiares de difuntos catalogados como casos sospechosos de coronavirus. Pues no solo deben pasar el dolor de perder un ser querido, sino que deben peregrinar por lograr que lo sepulten o cremen.

Al menos hay 40 difuntos en sus ataúdes que esperan su turno para ser incinerados, pero estos continúan en sus viviendas ya que tampoco los aceptan en el Cementerio.

Desde la Asociación de Funerarias de Cochabamba señalaron que la situación es insostenible, porque hay familias que deben estar en sus domicilios cinco días con el ataúd de su difunto, poniéndose en peligro ante un posible contagio de coronavirus y otras enfermedades por la descomposición del cuerpo.

100 NICHOS

El subalcalde de la Comuna Adela Zamudio, Andrés Palacios, informó que el municipio está analizando habilitar un sector del Cementero General para los pacientes sospechosos.

En el lugar se habilitaría más de 100 nichos para este propósito, ya que el Sedes informó que se puede optar por un entierro en nichos si se cumplen con las medidas de bioseguridad.

Al respecto, los trabajadores del Cementerio rechazan tal opción ya que aseguran que se generará un foco de infección y propagación del coronavirus.

Sin embargo, el director del Sedes, Yercin Mamani explicó que no hay posibilidad de que el virus se disemine por el lugar, porque tras las 6 horas del deceso el virus también va eliminándose, disminuyendo la carga viral y las posibilidades de contagio.

PIDEN NUEVO HORNO

La mañana del miércoles, concejales realizaron una inspección en el Cementerio General, evidenciando que no se iniciaron los trabajos para instalar el nuevo horno crematorio.

Desde abril se tenía el presupuesto, pero vemos la «negligencia, la incapacidad» de los funcionarios de la Alcaldía en hacer la compra de este horno crematorio que es tan necesario en este momento, señaló el concejal Edwin Jiménez.

La concejal Celima Torrico exigió que se haga la contratación de forma transparente y rápida, para evitar que más cadáveres se sigan apilando en las viviendas.