Terminó al fin el calvario, con una de las peores eliminatorias de Bolivia para asistir a un mundial. Un pobre equipo nacional cayó por 4-0 ante Brasil en el Hernando Siles, algo que estaba cantado por el bajo nivel que tiene el fútbol boliviano para enfrentar partidos internacionales y que lo ubica otra vez entre los últimos de Sudamérica. Las limitaciones que tiene la Selección boliviana fueron más evidentes frente a un rival de jerarquía, que le hizo pasar más de una vergüenza en la parte inicial del encuentro.
Qué nostalgia de muchos bolivianos de aquellas selecciones con carcater que le ganaron tres veces a Brasil en el estadio Siles, pero con actitud, ganas de triunfar, algo que careció el equipo que dirigió el ex técnico de la verde César Farías. El venezolano volvió a fallar en la conformación del equipo, tozudo como es entrenó con un grupo antes del partido y puso a otros hombres para el encuentro. Tras la dura eliminatoria de la selección boliviana y la lluvia de críticas contras los seleccionados y el mismo técnico Cesar Farías, también vinieron reflexiones por parte de los mismo jugadores como Marcelo Martins “Estoy seguro lo que está pasando en la Selección es un reflejo de lo que pasa en la Liga, y tenemos que seguir, trabajar mucho más y los jugadores esforzarse y dedicarse al máximo”, reflexionó. Sumándose a esto también envió un duro mensaje Marcelo Claure, presidente de Bolívar, un empresario muy activo en redes sociales. Gran parte de lo piensa y hace lo lanza en su cuenta de Facebook y Twitter, sabiendo que tiene muchos seguidores pendientes.
El problema de la selección no es el técnico. Hay que comenzar desde abajo, la liga, los árbitros, etc. Hay que hacer un plan serio y hablar menos y hacer más. Eliminar a la mafia y los paracitos que viven del futbol en Bolivia este es mi punto” afirmo en su página oficial de twiter. Anteriormente Claure cuando postulo a la presidencia de la FBF realizo varias propuestas que no fueron escuchadas y tener “un cambio distinto” que vaya más allá de las estructuras, más allá de las posturas “atrincheradas” de los dirigentes. Agencias