Hace 48 años confecciona trajes en el Mercado Fidel Aranibar, grandes personalidades como políticos, artistas y profesionales de renombre le confiaron la elaboración de prendas elegantes de vestir.
Hilarión Coria es el sastre más antiguo de este sector, inició cuando tenía 23 años, recordó que el mercado no era como actualmente se ve, estaba lleno de tierra, y en esa época él era uno de los pocos o el único confeccionando, cosiendo, y comercializando sacos, pantalones y corbatas.
Actualmente son varios pasillos ocupados por modistas y sastres, muchos de ellos fueron aprendices y trabajadores de Hilarión y una vez que aprendieron el oficio, iniciaron con sus negocios propios.
En los casi 50 años dedicados a la confección, le ha tocado acomodarse a varias modas. Pantalones de botapie ancho, baguies, ahora los chupines, y los clásicos que nunca pasan de moda.
Él es una persona elegante que jamás uso jeans o zapatos deportivos, su ropa siempre está perfectamente planchada, no comprende como otros sastres no visten con elegancia, pues considera que la mejor forma de mostrar la calidad del trabajo es con la propia apariencia.
Hilarión tiene tres hijos dos varones y una mujer. Los hombres tienen sus tiendas de trajes en la San Martin; sin embargo, no heredaron el don para la confección y comercializan los modelos de su padre, su hija está en España.
Su familia es numerosa, tiene tres hijos, 11 nietos y cuatro bisnietos, pero es soltero y afirmó que este es el secreto para mantenerse joven y en forma.
MIGRÓ, APRENDIÓ Y CRECIÓ
Hilarión nació en la provincia de Carangas en el departamento de Oruro, a sus 14 años decidió migrar pues entre nueve hermanos la economía de su familia era muy precaria.
Desde muy joven tuvo la inquietud por la moda y el vestir bien, por ello se fue a Chile, entró de forma ilegal, burlando los controles fronterizos. Empezó trabajando en un restaurante haciendo la limpieza, también como sanguchero, después por azares de la vida llegó a aprender el oficio en el vecino país.
“He aprendido la costura en Chile, he sido alumno de los padres oblatos y también fui peluquero, me enseñaron la confección de trajes y la costura”, contó a LA VOZ.
La llegada de Salvador Allende al poder lo llevó a dejar el país que le enseñó tanto y decidió regresar a su tierra, llegó a La Paz, no le fue bien y se trasladó a Cochabamba, empezó como peluquero y después ayudante de sastre en la que ahora es su caseta.
El dueño tuvo problemas personales y se fue de Bolivia, dejó el puesto a Hilarión que con todos sus ahorros pagó por el anticrético de este, y fue así que empezó con la actividad que le serviría de sustento a él, sus hijos, nietos y bisnietos, durante toda la vida.
EL GOLPE DE LA PANDEMIA
Si bien, su negocio le resultó rentable, al igual que todos los sectores comerciales la pandemia afectó su rubro, los clientes disminuyeron y actualmente no atraviesa uno de los mejores momentos, pese a que sus trajes son accesibles a todo bolsillo, pues están los económicos, los de precios módicos y los caros, todo depende del tipo de tela que se utilice, el corte y los detalles.
Elabora trajes para niños de un año al igual que para sus abuelitos, no hay límites en la confección, asimismo, hace ternos para toda ocasión, recientemente incursionaron en las corbatas para novios, son elegantes y van con adornos acordes a un día tan especial.
COMPETENCIA Y MENTIRAS
Si bien, todos sus hijos tienen una fuente de sustento gracias a la vocación de Hilarión, ninguno continuará con la tradición pues no aprendieron el oficio de la sastrería.
“Tenemos personal seleccionado, responsable y capacitado gente experta en materia de la confección, yo solamente administro, diseño y dirijo, estoy pendiente de que todo este perfecto”, expresó.
Lamentó la competencia desleal, pues muchos de los sastres dicen que falleció, o que por estar viejito ya no trabaja, incluso algunos habrían dicho que son sus hijos, todo con el objetivo de ganar a sus clientes.
Quienes deseen tener un traje de calidad pueden buscar a Hilarión en el mercado Fidel Aranibar, en el pasaje H en el “Palacio de los Trajes”, o pueden comunicarse al número 714-84244. (Priscila Pinell)