La euforia y la alegría de la Selección Argentina tras conquistar el Mundial Qatar 2022 fue la tristeza absoluta de Francia, que no pudo con la inmensidad del Dibu Martínez en los penales. Y también la bronca de miles de hinchas galos que protagonizaron imágenes lamentables y se la agarraron con Lionel Messi.
Luego de ver en las tribunas del Estadio Lusail y por la TV a los jugadores de la Scaloneta levantar la Copa del Mundo al cielo de Doha, varios simpatizantes generaron disturbios en las calles de París y quemaron una bandera albiceleste.
Pero ese no fue el único hecho repudiable. En la puerta de un bar de la capital colocaron la camiseta de Leo en el piso, junto a un cartel que informaba en la entrada: «Recuerde limpiarse los pies antes de entrar”. Lo llamativo: la casaca no era de la N°10 de la Selección Argentina, sino la N°30 que suele defender en PSG.
Después de varios mensajes contradictorios en la mañana del día lunes, a raíz de las supuestas declaraciones de Noel le Graet, presidente de la FFF, quien habría dicho que la delegación «no estaba de humor» para reencontrarse con sus hinchas, al final sí hubo reencuentro tras la final perdida contra la Selección Argentina de Lionel Messi.
Gritos, banderas y el himno de La Marsellesa fueron las postales de una noche fría en la capital parisina, que centró su atención en Kylian Mbappé, el máximo goleador del Mundial con siete gritos, que a duras penas pudo borrar el gesto de tristeza de su rostro.
El presidente francés Emmanuel Macron «deseaba un momento de comunión» entre los Bleus y su público después del Mundial, aseguró este martes el presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) Noël Le Graët para explicar la organización del regreso de los jugadores a París, haciendo alusión a «un bonito momento para compartir».
«No hay polémica alguna» sobre las celebraciones de la selección francesa en la plaza de la Concordia después de la final, explicó el dirigente de la FFF en una declaración transmitida a la AFP el martes. Agencias