Las hojas de laurel son muy utilizadas en la cocina para sazonar y dar aroma a las comidas. En especial, en la cocina mediterránea. De hecho, es común que se utilicen en preparaciones como sopas, guisos y platos con carne (blanca o roja). Aunque hay quienes las emplean también en estofados, platos con mariscos e incluso en algunos postres, como el arroz con leche. Cabe destacar que las hojas se suelen utilizar en poca cantidad y siempre secas, o de lo contrario resultarían tóxicas y, por tanto, perjudiciales para la salud.
Aun así, en el ámbito de la medicina alternativa, se dice que las hojas de laurel pueden ser un remedio útil, ya que se intuye que en su composición hay sustancias y bioactivos que ayudarían a mejorar la salud. Por esto, hay quienes han utilizado las hojas para elaborar una infusión para regular los niveles de glucosa en la sangre y controlar la diabetes. Evidentemente, una infusión de hojas de laurel no es un tratamiento de primera línea. Más bien vendría a ser un complemento de uso puntual, siempre y cuando el médico lo autorice. Veamos más al respecto a continuación.
HOJAS DE LAUREL
Como indicábamos al comienzo, el laurel es una planta perteneciente a la familia de las lauráceas, utilizada ampliamente como condimento para cocinar y también por sus propiedades medicinales. Aunque los estudios sobre sus efectos en la salud aún son limitados, hay hallazgos que sugieren que puede apoyar el tratamiento de la diabetes.
Una investigación publicada en Journal of Clinical Biochemistry and Nutrition determinó que las hojas de laurel (Laurus nobilis) parecen mejorar la función de la insulina y, por tanto, son beneficiosas para los pacientes con diabetes.
Sin embargo, dado que son necesarios más estudios, el consumo de laurel no debe ser un reemplazo del tratamiento médico convencional. De hecho, en caso de estar bajo medicación, lo mejor es consultar al médico antes de tomarlo con regularidad.
Si se consume una hierba sin autorización del médico se pone en riesgo la salud, ya que los compuestos de las plantas pueden causar interacciones con los medicamentos que se esté tomando e incluso con los alimentos que se consumen regularmente, causando así reacciones adversas varias.
¿CÓMO PREPARARLA?
Siempre y cuando el médico esté de acuerdo, es posible incluir infusión de laurel en la dieta como complemento para regular la glucosa. Una vez más, recordamos que no será un sustituto del tratamiento médico.
Ingredientes: 4 tazas de agua (1 litro) 1 cucharada de hojas frescas de laurel (15 g) Según algunas hipótesis, las hojas de laurel pueden ser un coadyuvante para personas con problemas de glucosa. No obstante, su consumo siempre debe hacerse bajo supervisión médica.
Preparación: Pon a hervir un litro de agua. Una vez que alcance su punto de ebullición, agrega las hojas de laurel. Mantenlas al calor del fuego durante tres o cinco minutos. Luego deja que repose durante unos diez minutos y cuela la infusión antes de tomarla. Se recomienda no exceder la cantidad de dos tazas por día.
TOMAR LAUREL CON MODERACIÓN
El laurel parece tener efectos positivos en caso de diabetes. Sin embargo, su uso debe ser moderado, ya que en exceso puede acarrear ciertos efectos secundarios. De acuerdo con una publicación en Contact Dermatitis, en algunas personas, la planta puede causar dermatitis, asma o alergias. Incluso, puede provocar náuseas e irritación de las paredes del estómago.
El consumo de infusiones está contraindicado para las mujeres embarazadas, las personas con trastornos de la coagulación, enfermedades del riñón, del hígado o con úlceras gastrointestinales. De hecho, lo mejor es consultar aunque se tengan otros tipos de trastornos. ¡Tenlo en cuenta!
De acuerdo con los expertos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) “del fruto del laurel, que parece una oliva pequeña negra, se extrae una sustancia muy aromática constituida por pineo y cineol, principios que se utilizan en farmacología” por ende, sería mucho más seguro recurrir a un fármaco que a una infusión para complementar el tratamiento de la diabetes.