El periodista hondureño Germán Vallecillo y el camarógrafo Jorge Posas fueron asesinados a tiros ayer en la ciudad de La Ceiba, a unos 280 km al norte de Tegucigalpa en el Caribe de Honduras, informaron fuentes cercanas a su familia.
El comunicador, de 41 años, y el camarógrafo, de 27, se movilizaban en un vehículo negro, a las 12.00 hora local (18.00 GMT), cuando fueron interceptados en el barrio El Naranjal, cerca de una guardería infantil, por desconocidos armados.
Vallecillo, quien estaba de cumpleaños, trabajaba para el Canal 45 de televisión y una radio de La Ceiba, y según las versiones de medios locales de prensa había quedado de verse con su padre, para almorzar. Miembros de la Policía Nacional acordonaron la escena del crimen y un oficial dijo a la prensa que se ha iniciado la investigación del caso.
El presidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), Dagoberto Rodríguez, lamentó el crimen y pidió a las autoridades de investigación que den con el paradero de los criminales y que el caso «no quede en la impunidad».
«El llamado es para el mismo Estado, no se puede seguir asesinando periodistas en Honduras, que en la mayoría de los casos no han sido investigados», subrayó Rodríguez.
Entre 2001 y 2020 en Honduras han sido asesinados más de 80 periodistas, y según el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH) el 97 por ciento de los casos han quedado impunes hasta ahora. El ejercicio del periodismo, según el titular del CPH, se ha vuelto «hostil» en Honduras, un país donde la violencia criminal deja un promedio de entre 10 y 13 homicidios diarios, según organismos de derechos humanos.