Sus amigos de colegio aplaudían en las gradas del Simonne-Mathieu. Su pequeña hija también. Hugo Dellien acababa de derrotar al austriaco Dominic Thiem. Un grupo de 10 bolivianos -que viajaron más de 9.000 km, de Beni a París- fue el aliciente para sellar un momento histórico.
Horas antes, sus excompañeros de colegio le entregaron arcilla de la cancha del Club de Tenis Trinidad, manillas tejidas con los colores de la tricolor, elaboradas por indígenas trinitarios y la bandera de Beni.
“Son recuerdos de los niños del club donde yo jugaba en casa. Muy simple pero un gesto muy especial”, resaltó el beniano que celebró en la pista Simone Mathieu, la tercera en importancia de Roland Garros.
“Es la primera vez que juego en un Grand Slam con mi hija conmigo. Es algo que nunca olvidaré”, expresó el boliviano, entre sonrisas. Es una victoria muy especial para mí, jugué con grandes. Es una de las mayores victorias de mi carrera.