Criarse con una manada de perros parece una historia de ciencia ficción; sin embargo, le ocurrió a Oxana Malaya, una niña ucraniana que fue abandonada por su familia a los tres años y unos perros se convirtieron en sus compañeros de vida, hasta que fue rescatada seis años después, es decir cuando tenía nueve años.
Sus padres eran alcohólicos y un día se olvidaron de ella en las frías calles de su pueblo Nova Blahovishchenka, en Ucrania. De alguna manera, la pequeña encontró refugio y compañía entre unos perros callejeros que la asumieron como parte de ellos. Durante su tiempo con los animales, Oxana desarrolló habilidades de comunicación y comportamientos propios de los caninos.
Aprendió a ladrar, a moverse a cuatro patas e incluso a comer y beber como lo haría un perro. Esta asombrosa historia ha desatado debates en el ámbito de la psicología y la antropología, cuestionando los límites de la naturaleza humana y la influencia del entorno en el desarrollo infantil.
No fue hasta la edad de nueve años que las autoridades ucranianas tomaron conocimiento de su situación, gracias a que Oxana ladró a un vecino. Su rescate no fue sencillo, ya que la manada de perros que la había adoptado como uno de los suyos protegía ferozmente a Oxana.
Finalmente, la policía logró llevar a cabo el rescate distrayendo a los perros con comida. A pesar de ser rescatada y puesta bajo el cuidado de una institución especial, los expertos determinaron que Oxana tenía la capacidad mental de una niña pequeña, y dudaban de su capacidad para adquirir habilidades consideradas útiles.
Años después de su rescate, Oxana buscó reencontrarse con su familia biológica, logrando conectar con su padre y una media hermana en 2006.
A pesar de este reencuentro, Oxana confiesa que aún se siente profundamente sola, a menudo recurriendo a sus antiguos hábitos cuadrúpedos en especial cuando la soledad se hace insoportable. El caso de Oxana Malaya es uno entre aproximadamente cien casos conocidos de niños ferales en la historia, personas que han crecido en condiciones extremas fuera del entorno humano convencional. Agencias