Para muchos, las redes sociales son aplicaciones detestables que hay que erradicar de la faz de la tierra sobre todo si existen cosas fuera de lo normal. Si bien es cierto que algunas personas se esconden en el anonimato para cometer fechorías y lanzar insultos e improperios, otras muchas usan estas aplicaciones para crear conexiones y ayudar a más personas que las necesiten. En este caso, la historia que nos llega desde Reino Unido la protagoniza una perrita abandonada que ha desatado todo tipo de emociones.
Su nombre es Ariel y es una perrita de tan solo 11 semanas a la que han llamado así en honor a la protagonista de La Sirenita. Este animal fue encontrado en el aparcamiento de un centro comercial en Pembroke (Gales). Las personas que se la encontraron decidieron trasladarla hasta un veterinario local para comprobar cuál era su estado de salud.
Ariel tiene dos patas traseras adicionales y el comienzo de una vulva adicional. Además, su pelvis no se ha formado correctamente debido a la articulación extra de la cadera. Las redes sociales se inundaron con las fotos y la historia de una pequeña cachorra que tiene la particularidad de contar con seis patas y dos vulvas. Por ese motivo se cree que la pequeña spaniel fue abandonada.
En el centro de salud los veterinarios bautizaron a la perrita con el nombre de Ariel porque sus patas traseras adicionales, parcialmente fusionadas, les recordaban a la cola de una sirena, como en la película, que terminaría volviéndola tremendamente popular en las redes sociales.
Los especialistas diagnosticaron que, a nivel interno, todo estaba bien, encontrándose los órganos en un estado normal de funcionamiento. En lo concerniente a su malformación, los rayos X mostraron que, en palabras del veterinario, “Ariel tiene dos patas traseras adicionales y el comienzo de una vulva adicional. Su pelvis no se ha formado correctamente debido a la articulación extra de la cadera”, publicó noticias Antena 3.
Los sanitarios los que llamaron Ariel a la perrita, en parte porque sus patas traseras adicionales, parcialmente fusionadas, les recordaba a una sirena: «cuando trajeron a Ariel a nuestro centro, estaba muy asustada y tímida, y pasó la primera noche en casa conmigo casi completamente desconectada por todo lo que había pasado», cuenta Mikey Lawlor, fundador y director de Greenacres Rescue.
Es por esto que el plan a seguir es “dejar que se establezca después de su calvario y volver a evaluarla en un mes con el objetivo de eliminar los miembros adicionales y explorar la función de su pierna restante”. Agencias