La infección por el virus del papiloma humano es una infección viral que comúnmente causa crecimientos en la piel o en las membranas mucosas (verrugas).
Algunos tipos del virus del papiloma humano genital pueden causar cáncer de la parte inferior del útero que se conecta a la vagina (cuello del útero). A otros tipos de cáncer, entre los que se incluyen el cáncer de ano, pene, vagina, vulva y parte posterior de la garganta (orofaringe)
SÍNTOMAS
El sistema inmunitario del cuerpo es débil a una infección por el virus del papiloma humano antes de crear las verrugas.
Verrugas genitales. Las verrugas genitales aparecen principalmente en la vulva, pero también pueden aparecer cerca del ano, en el cuello del útero o en la vagina.
En los hombres, las verrugas genitales aparecen en el pene y el escroto o alrededor del ano. Las verrugas genitales rara vez causan molestias o dolor.
Verrugas comunes. Las verrugas comunes aparecen como bultos ásperos y elevados y generalmente se presentan en las manos y los dedos. En la mayoría de los casos, las verrugas comunes son simplemente antiestéticas, pero también pueden ser dolorosas o susceptibles a lesiones o sangrado.
CÁNCER DE CUELLO UTERINO
Las infecciones por el virus del papiloma humano son la principal causa de cáncer del cuello del útero, pero el cáncer del cuello del útero puede tardar 20 años o más en desarrollarse después de una infección por virus del papiloma humano. Vacunarse contra la infección por el virus del papiloma humano es la mejor protección contra el cáncer del cuello del útero.
CAUSAS
La infección por el Virus del papiloma humano ocurre cuando el virus entra al cuerpo, por lo general a través de un corte, una abrasión o un pequeño desgarro en la piel.
Las infecciones genitales por el Virus del papiloma humano se trasmiten mediante las relaciones sexuales, el sexo anal y otros tipos de contacto.
Si estás embarazada y tienes una infección por el Virus del papiloma humano con verrugas genitales, es posible que tu bebé contraiga la infección.
Las verrugas son contagiosas. Se pueden propagar a través del contacto directo con una verruga.
FACTORES DE RIESGO
Cuantas más parejas sexuales tengas, más probabilidades tendrás de contraer una infección genital por el virus del papiloma humano.
Las verrugas comunes ocurren principalmente en niños. Las verrugas genitales ocurren con más frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes.
Las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados corren mayor riesgo de contraer infecciones por el virus del papiloma humano.
Las áreas de la piel que fueron perforadas o abiertas son más propensas a desarrollar verrugas comunes. Tocar las verrugas de alguien o no usar protección, como duchas comunes o piscinas.
COMPLICACIONES
Algunas infecciones por el virus del papiloma humano causan lesiones en la lengua, las amígdalas, el paladar blando o dentro de la laringe y la nariz.
Ciertas cepas del virus del papiloma humano pueden causar cáncer del cuello del útero. Estas cepas también podrían contribuir a tipos de cánceres de los genitales, del ano, de la boca y de las vías respiratorias superiores.
PREVENCIÓN
Si tienes una verruga común, puedes prevenir la propagación de la infección y la formación de nuevas verrugas si no te tocas la verruga y no te muerdes las uñas. Estar en una relación sexual mutuamente monógama. Reducir el número de parejas sexuales. Usar un condón de látex, que puede reducir el riesgo de transmisión del virus del papiloma humano
VACUNAS CONTRA EL VPH
Gardasil 9 es una vacuna contra el virus del papiloma humano aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y se puede utilizar tanto para hombres como para mujeres.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que todos los niños y niñas de 11 y 12 años reciban dos dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano con al menos seis meses de diferencia. Las niñas y los niños de 9 y 10 años y los adolescentes de 13 y 14 años también pueden recibir la vacuna según el esquema actualizado de dos dosis. Las investigaciones han demostrado que el esquema de dos dosis es eficaz para los niños y las niñas menores de 15 años. Los adolescentes y adultos jóvenes que comienzan la serie de vacunas más tarde, entre los 15 y los 26 años, deben recibir tres dosis de la vacuna. Agencias