La preocupación aumenta entre decenas de miles de estudiantes extranjeros en Estados Unidos amenazados de deportación por el gobierno estadounidense si no regresan a clases presenciales, cuando siguen creciendo los casos y muertes por coronavirus en el país.
Solo en las universidades públicas de California, que anunciaron cursos virtuales a partir de septiembre, cuando comienza el primer semestre del año académico, hay más de 40.000 estudiantes extranjeros. En Harvard, que suspendió los cursos presenciales por todo el año, son unos 5.000.
El lunes la policía migratoria estadounidense (ICE) anunció la revocatoria de las visas de estudiantes universitarios que no tengan cursos presenciales.
Los estudiantes extranjeros se convirtieron así en víctimas colaterales de la pulseada del presidente estadounidense, Donald Trump, para forzar la reapertura de todas las escuelas y universidades del país, a pesar de que la pandemia está lejos de estar controlada y ha dejado desde marzo casi tres millones de casos y más de 131.000 muertes.