Habitaciones con olores nauseabundos, llenos de literas con poca higiene funcionaban como hostales para indigentes, más conocida como «telos».
Este «telo» funcionaba en una vivienda particular que a simple vista nadie pensaría que docenas de personas sin hogar la habitaban por la noche. Esta se encuentra al finalizar la Av. Aroma, en Villa Coronilla.
De igual forma, en cercanía del mercado la Pampa, en un edificio funcionaba un «telo», que al parecer a un principio fue pensado como un alojamiento.
Sus parroquianos solo debían pagar 5 bolivianos, para acceder a una de las decenas de camas para evitar pasar la noche en la calle. Pero esto ya no será posible porque la Intendencia las clausuró este martes por la mañana.
La falta de higiene y la ausencia de una autorización de funcionamiento fueron los causantes para que el intendente Juan Aguayo decida clausurar estos negocios.
¿ALCOHOL Y DROGAS?
En estas habitaciones, muchos indigentes hacían algo más que dormir.
Pues el olor a trago y orina era evidente al momento de la clausura, pese a que se notó que los dueños de la vivienda echaron agua al suelo para tratar de limpiar el lugar.
Aguayo señaló que en este tipo de hostales el consumo de bebidas alcohólicas es común, así como otro tipo de estupefacientes.
‘TELO’, ¿UNA SALVACIÓN?
En nuestra ciudad existen cientos de personas indigentes y otras en situación de calle, las cuales deben buscarse un lugar para pasar la noche.
Algunos tienen suerte, y cuentan con un colchón y mantas ocultas, otros optan por pasar la noche en los cajeros automáticos. Mientras unos con más suerte pueden pagar un «telo» en las noches de frío.