Dos ciudadanos peruanos que se dedicaban al robo de vehículos en la ciudad de Santa Cruz fueron aprehendidos y presentados por la Policía y el Ministerio de Gobierno. Utilizaban sofisticados implementos tecnológicos para lograr sustraer autopartes o incluso robar la totalidad de los automóviles.
El modus operandi de estos antisociales se basaba en vigilar determinados vehículos estacionados, el momento que los propietarios de los automóviles procedían a asegurarlos con sus llaves magnéticas, los delincuentes interferían la frecuencia logrando que los vehículos permanezcan abiertos. Una vez que los conductores abandonaban a sus motorizados creyendo que estaban asegurados, los malhechores procedían con el robo de partes o en casos extremos el robo total del vehículo. Este método es utilizado en otros países de la región como Chile, Paraguay y Perú.
Las personas de tenían en su poder un Handy tipo radio de comunicación.