Su jornada laboral inicia a las 4.00 se levanta y empieza la preparación de las salteñas, para ello cuenta con una silla de ruedas especial pues José Ramos Rodas es una persona con discapacidad, pero esto no fue un impedimento para que saque adelante a su familia y busque maneras de generar recursos para esta.
El junto a su esposa María Carmen Coca y sus tres hijos Israel, Lunita y Danna, sacan adelante el negocio que nació con la pandemia y la necesidad de llevar el alimento a su hogar, antes tenía una panadería, pero a causa de los confinamientos su negocio dejó de rendir.
Con la ayuda del internet y algunos tutoriales de YouTube aprendió a elaborar las tradicionales salteñas de fricase, carne de res y pollo, pero además creó “Supay” una variedad que asegura es la mejor forma de lidiar con la resaca.
LAS CALLES SON SUYAS
José después de preparar las salteñas para el día, monta su silla de tres ruedas y empieza la segunda parte de su trabajo que es la distribución de estas en los snacks con los que trabaja, pero además las oferta en tiendas y locales.
Su zona de trabajo abarca desde la avenida Final América Oeste, Cruce Taquiña, Simón López hasta el Parque Demetrio Canelas, en su silla recorre diariamente todo este trayecto y lo hace sin un motor, el único combustible que utiliza es su energía y la esperanza de brindar mejores condiciones de vida a sus hijos.
Juan tiene una vida sacrificada, pero sus ganas de superación son más fuertes incluso pone en riesgo su salud por salir a trabajar diariamente, lo aconsejable sería que no esté tanto tiempo en la misma posición, ya que sus problemas renales pueden complicarse. Contó a LA VOZ que hay días que se siente indispuesto y le cuesta más trabajo llevar a cabo sus actividades.
Él está consiente que los cálculos en sus riñones en algún momento lo obligarán a dejar de trabajar; sin embargo, deposita toda su esperanza en sus hijos a quienes ya les va enseñando el oficio de salteñero. “Yo dejaré a mis hijos este emprendimiento (…) Ahora mismo trato de que mi familia se involucre, les estoy dejando una marca y una línea de sabor”, expresó.
LOS SUEÑOS SON TRABAJO
José tiene un préstamo con una entidad bancaria, su trabajo está destinado a pagar este, además de sustentar a su familia, cuando termine de pagarlo tiene pensado invertir en un local propio ya que hasta el momento solo vende de forma ambulante y en un pequeño puesto.
Además, tiene el anhelo de expandir la marca de las salteñas “D’eliss” a otros departamentos.
Asimismo, dijo que continuará haciendo música, otra de sus pasiones, contó que en su familia hay muchos músicos, es un talento que llevan en los genes y es así que una de sus hijas, Lunita ha incursionado en este arte.
Contó que las salteñas D’eliss tienen tres características: la masa crocante, el relleno con bastante jugo, además aseguró que se pueden comer al 100% ya que no hay partes quemadas.
Aproximadamente vende 80 salteñas al día y los fines de semana llega a las 100. Quienes deseen degustar las exquisitas salteñas pueden comunicarse a los números 774-90875 o al 714-58188. O pueden encontrarlas en la avenida Niceto Rodríguez a una cuadra de la final América Oeste.
Importancia de la mente y corazón
José Ramos nació en Sillani en el departamento de Chuquisaca migró a Cochabamba hace 27 años y formó su familia que es su tesoro más preciado.
Tiene una discapacidad desde los tres años, pues a causa de la poliomielitis tuvo que movilizarse en silla de ruedas o con muletas toda su vida buscó maneras de salir adelante y fue en la gastronomía que encontró su modo de subsistencia.
Contó que a los tres años empezó con las molestias del polio, pero sus papás ignoraban sobre las vacunas rehusándose a llevarlo al médico y recurrieron a la medicina tradicional, pero esto no fue suficiente y tuvo que aprender a vivir con las secuelas de esta enfermedad.
“Lo importante es tener una mente funcionando y un corazón para sentir, lo demás, brazos y piernas son solo una ayuda para el ser humano”, afirmó. (Priscila Pinell).