“Josh” vuelve a la Llajta y no se irá sin comer silpancho

Joshua Alexander Reaves, ‘Josh’, es esperado en Cochabamba, la tierra del silpancho, su plato favorito, gracias a la influencia de sus raíces bolivianas. Arribará en las próximas horas a la “llajta”, para continuar representando a Bolivia en el preclasificatorio al Mundial de básquet, a disputarse en 2023.

El muchacho nacido en Fairfax (Virginia), Estados Unidos, el 4 de junio de 1997, regresará al país para volver a vestir la camiseta Verde de la selección nacional de básquet que persigue el sueño de la clasificación al campeonato más importante de la FIBA, a donde asisten los colosos de este deporte.

Josh, el hijo de una boliviana, que fue ‘descubierto’ el año pasado en la burbuja a la que obligó la pandemia a la famosa NBA, fue adoptado de inmediato para que ayude al básquet boliviano en la fase preclasificatoria a la gran cita.

Muchos volvieron a prestarle la atención al básquet nacional en las clasificatorias ante Ecuador, gracias a él. Armó un revuelo con su presencia, pero también con sus denuncias de maltrato a los integrantes de la selección boliviana de básquet, que disputaba los encuentros con Ecuador.

Para conocerlo mejor: tiene 24 años, mide 1,93 m, juega de escolta, ayuda base o ‘armador’ del equipo. Llegó con fama de NBA, aunque inicialmente no fue elegido en el Draft de 2019. Sin embargo, en julio del año pasado firmó un contrato de novato con los Mavs por una temporada, que le permite jugar también en su filial de la G League, los Texas Legends.

Finalmente, regresa al país tras revisar su decisión de no volver por el maltrato de los dirigentes de la Federación Boliviana de Básquet. Incluso tuvo que mediar la colaboración del presidente del Club Bolívar, Marcelo Claure, para que tenga un viaje que no sea desgastante, de largas esperas en aeropuertos.

Y llegará a Cochabamba para reintegrarse al trabajo del equipo. Justo al lugar donde podrá disfrutar el plato que se convirtió en su favorito gracias a la buena mano de su abuela en la cocina.

“Mi abuela cocina el mejor silpancho que existe. Eso es lo que más extraño ahora”, contó en su momento Josh.