Una noche cuando ella y sus hermanos estaban durmiendo su tío P.F. entró a su habitación y comenzó a tocar el rostro de sus hermanos para detenerse en la cama donde ella estaba durmiendo. Ahí tocó el rostro de ella pero acto seguido le tapó la boca, se quitó el la ropa y haciendo uso de la fuerza comenzó a abusar sexualmente de la menor.
La menor estaba destrozada y dolida, por lo que al verla así, diferente, su abuela se le acercó y le preguntó lo que le pasaba. La menor al notar un interés de su abuelita, le contó lo que le había hecho su tío, pero la abuela no le creyó nada y por el contrario la tildó de mentirosa.
Sin saber qué hacer ni a quién acudir en ese entonces, la pequeña calló y fue abusada sexualmente en muchas ocasiones más por su tío.
Por si eso fuera poco, en una ocasión su otro tío, M.R. se le acercó a preguntarle si los abusos que estaba sufriendo eran ciertos y ella dijo que sí, esperando alguna ayuda de él. Sin embargo esto no fue así y por el contrario, tras aquella conversación, el sujeto comenzó a abusar de ella también.
En una ocasión ella tenía un fuerte dolor de cabeza, su abuela le dio una pastilla para dormir, pero al despertar vio que su ropa interior estaba mojada y ella sentía un fuerte dolor en sus partes íntimas. Al preguntar a sus hermanos si vieron que le habían hecho algo, solo le dijeron que su tío M.R. había entrado al cuarto donde ella dormía.
El sujeto volvió a abusar sexualmente de la menor, haciendo uso ahora de la fuerza. Pero no solo él, sino que su otro tío, también la violaba. Mientras que su abuela, le amenazó y le dijo que no contara nada de lo que sus tíos le hacen.
Así la menor quedó callada y sufriendo los abusos de sus tíos, hasta que un día ella se sintió mal, le dolía la cabeza y el estómago, fue al hospital para hacerse revisar y le informaron que se encontraba embarazada. Así fue como la joven contó lo que le habían hecho durante todos esos años.