Un aficionado de 18 años murió debido a las heridas de bala recibidas en un ataque de ‘barrabravas’ en un partido de la cuarta categoría del fútbol argentino, en la ciudad de Luján.
El joven Joaquín Coronel fue alcanzado por disparos de armas de fuego efectuados por fanáticos del equipo rival Leandro N. Alem cerca del estadio del club Luján tras el partido clásico por la Primera C que ambos disputaban el domingo en esta ciudad, a unos 60 km al oeste de la capital Buenos Aires. El juego fue suspendido por violentos incidentes a los 14 minutos cuando igualaban 0-0. Su deceso elevó a 342 el saldo de víctimas mortales por la violencia en las canchas del fútbol argentino desde 1922, aunque dos tercios de las muertes se produjeron a partir de la década de 1990, según la ONG local Salvemos al Fútbol.
Coronel y otras seis personas habían sido hospitalizadas con impactos de bala, a raíz de la agresión de los ‘barrabravas’ desde un automóvil que pasó por el exterior del estadio durante los incidentes. No hubo reporte aún sobre el estado de salud de los restantes heridos.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) emitió un comunicado en el que «lamenta y condena enérgicamente los hechos de violencia en las afueras del Estadio Municipal de Luján y toma el compromiso de colaborar «con la investigación» judicial.
Elizabeth, madre del joven fallecido, habló sobre lo ocurrido. “Mi hijo fue a ver un partido de fútbol. Y en ese partido hubo disturbios. Por lo que pudimos saber, entraron barras de otros lugares, de Morón, de Almirante Brown, de Moreno, de Gral. Rodríguez. Vinieron en una camioneta” Por último, la madre de Joaquín Coronel completó su relato con lo siguiente:
“Estos tipos llegaron, se bajaron con armas, se pusieron remeras de Luján y entraron como si fueran hinchas de Luján y no lo eran (…) Esto no lo dice nadie, pero por lo que nos dijeron, el tiroteo empezó adentro de la cancha. Empezaron a los tiros adentro y los chicos empezaron a intentar escapar para todos los lados” Agencias