Stella Maris Ramirez, de 26 años, fue golpeada y decapitada en Lima. Por su marido Carlos Entiveros y su suegra Amelia Lezcano fueron condenados a prisión perpetua.
«El fiscal me dijo que la decapitaron cuando todavía estaba viva», sostiene la mamá de la víctima.
«Mi nieta está conmigo, yo tengo la tenencia. Ella tenía cinco años, me contó todo y yo lo dije en el Tribunal el día que declaré. Me dijo que la abuela Amelia golpeó a su mamá y que el papá le hizo abrir la boca para ponerle un arma. ¿De dónde una nena va sacar algo así si no lo vió?», sostiene la mujer.
Su hija Stella: «no era muy sociable, iba de la escuela a la casa. Estudiaba para maestra jardinera, cuando se fue a vivir con él abandonó. Me enojé mucho porque dejó de estudiar. Al poco tiempo quedó embarazada. Me dijo que se iba a dedicar a la beba y después iba a retomar los estudios. Antes que la mataran había vuelto a estudiar». Agencias