Karina Bezerra fue «sentenciada» por negarse a dar un beso a un líder del narcotráfico en Brasil. Los propios criminales se encargaron de decidir el destino de la joven de 26 años de edad que solo había ido a un bar en Sao Paulo tras una extenuante jornada laboral.
La joven mujer fue víctima de un grupo criminal conocido como Primer Comando de la Capital (PCC), con quienes se encontró en el lugar donde tomaba algunos tragos luego de haber terminado con sus labores como cuidadora de adultos mayores.
Tras negarse a besar al jefe criminal, Karina fue secuestrada por el grupo de sicarios; sin embargo, las autoridades brasileñas lograron dar con su paradero y fue rescatada, según información del medio local UOL.
“La mujer luego denunció lo sucedido en una declaración a la Policía Civil y fue escondida en Taboão da Serra, en el Gran São Paulo”, fue parte del testimonio que la víctima de secuestro indicó a los oficiales de policía. “Pero su paradero fue nuevamente descubierto por miembros del PCCh. Según la policía, fue asesinada”, dijo la policía.
Karina recordó que al negarse a ser parte del juego del jefe del narcotráfico fue “levantada” y recluida entre la madrugada de ese día y la mañana del día siguiente. Indicó que había escapado de la muerte en esa ocasión gracias a que la policía militar la encontró.
En dicho rescate, la policía militar arrestó a nueve personas involucradas en el rapto y violacion en grupo de Karina, quien permaneció escondida en Taboão da Serra tras.
Tras el duro episodio, Karina quedó libre, pero días después, la policía encontró su cuerpo sin vida luego de que la organización criminal la volvió a encontrar y raptar para ejecutarla. Según Pedro Ivo Correa dos Santos, delegado del Departamento de Investigación de Robo y Robo de Bancos y responsable de la detención de los sospechosos, indicó que la joven habría sido abusada en grupo.
“La facción (del PCC) que dice estar en contra de los delitos sexuales obligó la obligó a tener relaciones con sus miembros”. Agencias