Hasta ayer la justicia haitiana aún no había iniciado su investigación sobre el asesinato del presidente Jovenel Moïse por un comando armado, un mes después del magnicidio que sumió al país en una nueva crisis.
El decano de la suprema corte lucha por encontrar un juez dispuesto a asumir este caso explosivo.
«Es un asunto delicado y político. El juez antes de aceptar investigar el asunto piensa en su seguridad y la de su familia. Por eso los magistrados instructores no están demasiado entusiasmados con la idea de aceptar el caso», dijo uno de ellos a la AFP.
«Varios jueces de instrucción ya informaron que no están interesados en trabajar en el caso».