Kim Kardashian es de aquellas personas que no soportan pasar inadvertidas en cada una de sus apariciones públicas. Ya sea un evento de moda, un concierto o para salir a comprar el pan -en el supuesto caso de que tuviera que hacerlo- se enfundaría uno de sus outfits extremos y llamativos.
Esta vez, para apoyar a su exmarido Kanye West y asistir a su último concierto en Atlanta, Kim apostó por un conjunto que le cubría, literalmente, de la cabeza a los pies. Se trata de un mono efecto segunda piel que incorporaba un pasamontañas con el que solo dejaba a la vista boca y ojos.
El look, obra de Demna Gvasalia para Balenciaga, era propio de una espía que entra a robar o atracar un banco.