La saltadora de altura ucraniana Yaroslava Mahuchikh contó su periplo de «tres días» y «la pesadilla» que vivió para abandonar su país tras la invasión de Rusia, para poder viajar a Belgrado y disputar el Mundial de atletismo en pista cubierta.
«Después de horas de pánico total, abandonamos nuestra ciudad de Dnipro hace tres semanas, tras el inicio del conflicto, para instalarnos en un pequeño pueblo cerca de nuestra casa», contó Mahuchikh en la web de European Athletics.
«Nadie pensaba en ese momento en entrenar porque estábamos obligados a pasar días en el sótano, siguiendo las noticias de Kiev, Soumy y Járkov, minuto a minuto», relató. «Nos costó más de tres días llegar aquí, fue un viaje estresante. Centenares de llamadas telefónicas, numerosos cambios de dirección, explosiones, incendios y sirenas aéreas. Me gustaría pensar que fue solo una pesadilla, pero es la realidad de mi país», añadió.