La Cancha, durante la cuarentena se convirtió en un lugar de aglomeración, ya que centenares de personas que van de lunes a viernes a comprar o vender productos.
Esta situación es aprovechada por los amigos de lo ajeno que hacen de las suyas mientras las personas están más preocupadas por no contraer el coronavirus.
«Da miedo venir al mercado, no sabes si volverás enfermo o si te robaran tu dinero», comentó una señora mientras compraba verdura.
Los robos no solo lo hacen a los compradores, sino las caseritas también se quejan de la inseguridad.
«Han abierto casetas por la noche, aprovechan la montonera para robarnos productos», señala una de las comerciantes de La Pampa.
Explicó que hay muy pocos guardias municipales que realizan rondas y no existe presencia policial.
«Antes nos cuidaban nuestros guardias (privados), pero ya no trabajan por la cuarentena», lamentó la caserita.