Para evitar a la prensa y a los fans, el delantero de 37 años se instaló en una finca rural alejada de las urbes en donde puede estar en paz junto a sus seres queridos y en donde sus pequeños, sobre todo Cristiano Jr.
La finca seleccionada por el portugués está rodeada de viñedos y además cuenta con una piscina rodeada de palmeras, gimnasio, jacuzzis, una pista multideportiva para jugar a fútbol o al baloncesto y una pista de arena para el beach vóley. Pero además, en el edificio hay una capilla y una misteriosa sala subterránea. Según este portal se trataría de una “sala erótica” diseñada para que las parejas puedan disfrutar de su vida íntima sin ser molestados.
Ronaldo llegó hasta allí en avión privado, pero en barco llegaron al día siguiente dos de sus coches favoritos: un Bugatti Centodieci, valuado en más de USD 8 millones, y una camioneta Mercedes Benz USD 180 mil de la que solo existen diez en el mundo. Agencias