Un caso de tentativa de feminicidio causó indignación en el departamento, luego que un privado de libertad, Rolando Andrés Z. T. hizo que su expareja y madre de su hija, Noemí viviera una tortura por más de dos horas dentro del recinto penitenciario de El Abra.
Cegado por celos enfermizos citó a la víctima, para que fuera al penal a recibir el pago de la asistencia familiar, el hecho se registró el pasado sábado 12 de octubre. Andrés llamó a la joven madre de manera insistente, hasta que consiguió que vaya.
El interno llevó a Noemí hasta un kiosco, que está situado muy cerca de los baños, para entregarle el dinero. En ese lugar había un búnker camuflado y allí estaban otros reos más, cómplices de Andrés, sin poder escapar fue maniatada, abusada sexualmente, le hicieron cortes en su rostro, trataron de arrancarle los ojos de las órbitas, terminaron sacándole los párpados y le quemaron sus partes íntimas.
“Todo se dio en medio de una escena de celos, diciéndole si así podría rehacer su vida. No conforme con eso la obligaron a tomar thinner, ella luchó por sobrevivir y salió del lugar, convertida en una antorcha humana”, relató la abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez.
Una tortura inhumana
Andrés roció con thinner las partes íntimas de Noemí, la obligó a tomar el líquido y luego le prendió fuego, la joven madre escapó en medio de gritos de dolor, escapó envuelta en llamas. Unos internos que estaban en el patio apagaron el fuego y la auxiliaron.
Noemí fue llevada de emergencia hasta la Caja Nacional de Salud (CNS), pero el Seguro ya le ha notificado que no podrá cubrir todos los gastos médicos.
¿Quién es el atacante de Noemí?
Rolando Andrés Zambrana Tapia fue el tecladista de un grupo musical de moda en Cochabamba. Tenía 24 años cuando se convirtió en noticia en Bolivia, el 7 de septiembre de 2018, por la frialdad con la que actuó cuando su exnovia de 22 había decidido terminar una relación de 8 años porque empezó a ser violento. Ella lo denunció por el delito y las autoridades le entregaron una orden de restricción para que no se acercara a la joven.
Casi 2 meses después, ayudado por colombianos, logró entrar a la casa de su exnovia, saltando una barda, armado con una pistola y un cuchillo. Quería raptarla, pero la madre de ella, la profesora Jobita Garfias, y la hermana, lo impidieron. Andrés no dudó en dispararles a ambas mujeres en el vientre, brazos y cadera.
La Policía de Coña Coña llegó rápido y Andrés no dudó en disparar contra ellos, pero no logró herirlos. Tras una agonía de 48 horas, Jobita murió en una clínica porque las balas habían logrado destrozarle el páncreas y un pulmón. Rolando Andrés Zambrana Tapia fue acusado por feminicidio, tentativa de feminicidio y allanamiento de morada y fue condenado a 30 años de cárcel en El Abra.
Ahora volvió a intentar matar a otra de sus ex parejas, causándole graves heridas, por lo que nuevamente recibió 30 años de prisión, ésta vez en Chonchocoro.