En su intervención en la apertura de la Cumbre de la ONU sobre la Ambición Climática, el secretario general de la organización, António Guterres, afirmó que la ola de calor tiene consecuencias nefastas, las inundaciones destruyen cosechas y miles de personas huyen despavoridas de incendios sin precedentes. «La humanidad ha abierto las puertas del infierno», añadió.
«Si nada cambia, la temperatura global aumentará 2,8 °C, promoviendo un mundo peligroso e inestable. Muchos de los países más pobres son los que más sufren la crisis climática que no han provocado. Necesitan el apoyo y la solidaridad de los líderes mundiales y medidas urgentes para reducir las emisiones. La transición de los combustibles fósiles a las energías renovables se está produciendo, pero llevamos décadas de retraso», aseguró Guterres.
Guterres confía en que aún es posible mantener el aumento de la temperatura global dentro de los 1,5 °C. Agencias