La «humanidad» tendría menos de 90 días: el 3I/ATLAS cada vez más cerca

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Es oficial: la humanidad podría tener menos de 90 días para prepararse, y la gran mayoría no tiene idea de lo que se avecina. Lo que inicialmente se detectó como un simple objeto interestelar, ha sido registrado por radares lunares como una colosal estructura artificial, del tamaño de la ciudad de Nueva York, que se desplaza de forma controlada y emite una inusual energía.
Esta enigmática nave, identificada como 31 ATLAS, se encuentra orbitando el lado oscuro de la Luna, lejos del alcance de cualquier telescopio civil, y solo los satélites militares tienen una visual de ella. Mientras la NASA guarda un silencio sepulcral y el Pentágono se limita a decir que «monitorea» la situación, científicos independientes han sido categóricos: esto no es una roca ni chatarra espacial, esto es tecnología avanzada.
La confirmación ha desencadenado una serie de eventos alarmantes. Se ha detectado interferencia en señales de radio, fallos parciales en transmisiones satelitales y pulsos de microfrecuencia dirigidos específicamente al hemisferio norte, lo que ha llevado a expertos a debatir si se trata de una fase de escaneo o una advertencia. Pero una fuente interna ha filtrado una realidad más sombría: la nave es hostil y no busca contacto, sino la dominación total.
La nave 31 ATLAS no está sola; es escoltada por otras tres naves más pequeñas. Algunos satélites que se acercaron demasiado ya fueron neutralizados, lo que confirma su naturaleza agresiva. Además, recientes fenómenos naturales, como un terremoto y un tsunami, han sido interpretados por algunos como una advertencia de nuestro propio planeta ante una inminente amenaza.
La pregunta que resuena es: ¿Por qué los gobiernos se niegan a advertir al público sobre lo que realmente están escondiendo detrás de la Luna?.
3I/ATLAS: NUEVA INFORMACIÓN SALE A LA LUZ
El cometa interestelar 3I/ATLAS sorprendió a la comunidad astronómica al liberar agua a una velocidad de 40 kilogramos por segundo, equivalente a una manguera contra incendios encendida al máximo, cuando aún se encontraba a una distancia tres veces mayor que la que separa a la Tierra del Sol.
Este fenómeno fue registrado por el Observatorio Neil Gehrels Swift de la NASA, el cual detectó el gas hidroxilo (OH), una señal clave de la presencia y sublimación del agua en el núcleo del cometa. Este comportamiento, poco usual en cuerpos similares, generó un alto interés científico por su origen y composición química.
El cometa fue detectado el 1.° de julio por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS). Desde ese momento, expertos de diversas instituciones han seguido su trayectoria con atención, ya que se confirmó que proviene de fuera del sistema solar. Agencias.