En esta cuarentena, la ‘verdad’ sobre los medicamentos puede tener muchos matices, sin embargo, siempre hay una sola versión oficial. Eso ocurre con la ivermectina, la hidroxicloroquina y la azitromicina, tres nombres de fármacos que se han hecho eco en Bolivia, después de que saltaron a la prensa y a las redes sociales en las últimas semanas. El infectólogo boliviano Juan Saavedra explica cuáles son las funciones ‘reales’ de estos fármacos y también hace una aclaración vital acerca de la ivermectina.
1. Hidroxicloroquina
Pertenece a una clase de medicamentos llamados antimaláricos. Se usa para prevenir y tratar los ataques agudos de la malaria. También para tratar lupus eritematoso sistémico y discoide, y la artritis reumatoide en los pacientes cuyos síntomas no han mejorado con otros tratamientos. Se usa ocasionalmente para tratar la porfiria cutánea tardía.
2. Azitromicina
Se utiliza para tratar ciertas infecciones bacterianas, como bronquitis, neumonía, enfermedades de transmisión sexual (ETS) e infecciones de oídos, pulmones, senos nasales, piel, garganta y órganos reproductivos. También para tratar o prevenir la infección por complejo de Mycobacterium avium (MAC) diseminada, un tipo de infección pulmonar que con frecuencia afecta a las personas con el virus de inmunodeficiencia humana. La azitromicina es una clase de antibiótico macrólido. Su acción consiste en detener el crecimiento de la bacteria.
3. Ivermectina
Está indicada para el tratamiento de la estrongiloidiasis (nemátodo; infección causada por un tipo de parásito que entra al organismo penetrando la piel, llega a las vías respiratorias y se aloja en el intestino). Se usa también para controlar la oncocercosis (ceguera de los ríos; infección con un tipo de parásito que provoca sarpullido, protuberancias debajo de la piel y problemas de la vista, como pérdida de visión o ceguera). Pertenece a una clase de medicamentos llamados antihelmínticos. En el caso de la estrongiloidiasis, actúa destruyendo los parásitos presentes en el intestino. En el caso de la oncocercosis, destruye los parásitos en desarrollo.
La ivermectina se usa, a veces, para tratar algunas otras infecciones por parásitos, infestación de piojos de la cabeza o del pubis, y sarna (afección cutánea que se caracteriza por prurito, causada por pequeños ácaros que viven debajo de la piel).
La verdad
La hidroxicloroquina se usa en el tratamiento de la pandemia por el coronavirus desde diciembre de 2019. Actúa en el cuerpo humano disminuyendo la entrada del virus a las células y está demostrado que se la puede consumir solo en el día 1 y en el día 2 del proceso (no más).
Fue recomendada por el presidente de EEUU, Donald Trump, después de asegurar que tomaba la droga una vez al día para evitar contraer el Covid-19. Su homólogo de Brasil, Jair Bolsonaro también encendió la polémica y causó el repudio de los especialistas, después de aconsejar la cloroquina para combatir el coronavirus, siendo que esta se la usa para prevenir la malaria y tratar la amibiasis (infección intestinal).
La azitromicina actúa de una manera parecida a la hidroxicloroquina. También se la usa desde diciembre de 2019 y enero de 2020 en varias partes del mundo, bajo control estricto médico. Si no se la consume debidamente, puede provocar náuseas, diarrea, vómitos, dolor de estómago, dolor de cabeza, afectar la velocidad de la conducción del corazón y llevar a un paro cardíaco.
Sobre la ivermectina el Dr. Saavedra subraya: «Los especialistas en Infectología del país no tenemos duda y estamos seguros de que no hay un ensayo clínico en personas que haya demostrado que la ivermectina se la pueda usar en los contagiados por el coronavirus».
El experto hace dicha aclaración después de que cardiólogos, nefrólogos, veterinarios y hasta dentistas aparecieran en la prensa y en las redes sociales recomendando su uso e inclusive señalando cómo se debe tomar dicho fármaco.
«No estamos recomendando una Coca-Cola o un desodorante», agrega. «…están publicitando la ivermectina para que la compren, como si fuera la llegada de un medicamento milagroso», agrega.
Los efectos secundarios de la ivermectina son: mareos, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor de cabeza o hinchazón estomacal, diarrea, estreñimiento, somnolencia, debilidad, temblor incontrolable de alguna parte del cuerpo y molestias en el pecho. Además de dilatación de pupila y convulsiones. Agencias