Agencias
Doña Elisa obtuvo su licencia para comercializar coca hace 15 años. En esa época pagó Bs 700. Ella y otros productores de coca de Yungas asentados en el mercado legal de Villa Fátima, en La Paz, aseguran que todo cambió. Actualmente la inversión mínima es de $us 8.000, que se gastan en el trámite burocrático y en supuestas coimas que se deben pagar en el proceso, según publicó El Deber.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, denunció hace una semana en La Asunta que dirigentes y diputados lucran con la coca.
Este hecho ha generado malestar entre los diputados y senadores del MAS y decidieron interpelar a la autoridad. Una fuente cercana al Gobierno señaló que el ministro “fue valiente porque denunció una gran verdad, y se echó encima a la bancada del MAS”. Especificó que se trata del negocio de los permisos para la comercialización de la hoja. “Este es un trámite que cuesta entre $us 10.000 y 15.000”.
El presidente de Adepcoca, Freddy Machicado, aseguró que, si un productor busca una licencia de comercialización, “lo más económico que puede costar el trámite es de Bs 57.000 (Más de $us 8.100). Hay mucha burocracia y eso abre las puertas a la corrupción. El proceso empieza en la Dirección de Comercialización, luego Digcoin, Defensa Social, Diprococa. En todo ese proceso, la cifra puede llegar hasta $us 15.000, si no es más”, denunció.
Según el dirigente de los productores de coca, también hay revanchismo de tipo político y sindical. “Si un socio no es afín al MAS y se anotician de que viene con toda su producción, con seguridad enfrentará un operativo de la Felcn y le decomisan todo. En esta semana he recibido tres denuncias de este tipo. ¿Qué hacen con esa coca? Tengo pruebas de que la reparten en sus movilizaciones”, apuntó.
Hay 26 trámites disponibles, señala el documento del Viceministerio. El registro y autorización de empresa de industrialización, que tiene la categoría de “grandes consumidores”, cuesta Bs 8.500. Esa categoría concede la posibilidad de vender más de 51 taques de la hoja de coca cada mes.
Los que acceden a una empresa de industrialización mediana deben invertir Bs 4.600 para comercializar de 11 a 51 taques mensuales. Para una empresa de pequeños consumidores, de uno a 10 taques mensuales, cuesta Bs 2.500.
Sin embargo, la renovación de autorización de la empresa de industrialización, en cualquiera de sus niveles, es de Bs 1.500 y se realiza cada cinco años. La modificación de datos cuesta Bs 200.
La obtención del carnet de comercializador tiene un valor de Bs 1.500. Ese documento debe renovarse cada cinco años a un costo de Bs 600. Un duplicado cuesta Bs 100; el registro de sustitución del comercializador, Bs 1.000. El de sustitución por inactividad, Bs 1.500; el de autorización por cesación temporal del derecho a comercializar, por enfermedad o estado de gestación, Bs 20. La cesación por designación como servidor público o persona contratada por el Estado es de Bs 1.000.
Hay tres tipos de hojas de ruta. Las empresas de industrialización pagan Bs 10 por cada taque. En el caso de los productores a detalle deben pagar Bs 7 por cada taque, mientras que para el trueque en la ruta el costo de Bs 20 por taque.
En este aspecto, el presidente de Adepcoca dijo que esas cifras, aunque son oficiales, no son reales. Explicó que cada socio “que sale con su coquita paga una hoja de ruta que no es de Bs 10, 20 ni de 7. Cada uno debe pagar Bs 70. “Estamos hablando de 3.500 comerciantes detallistas que salen mensual de Yungas, además de 5.000 productores con licencia y los minoristas”, cuestionó Machicado.
El dirigente advirtió que solamente con el ítem de hoja de ruta las ganancias son enormes. “En el directorio (Adepcoca) hicimos números y llegamos a la conclusión de que sólo con esto las ganancias de Digcoin superan el medio millón de bolivianos por mes”.
La emisión de certificaciones y legalizaciones tiene un costo de Bs 50. Y, finalmente, la cancelación de antecedentes por infracciones leves para cada productor es de Bs 2.000, mientras que para las graves es de Bs 3.000, señaló.