El tanquero Fortune, el primero de cinco buques iraníes que traen a Venezuela gasolina y derivados, atracó ayer en el puerto de la refinería El Palito (estado Carabobo, norte), informó el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, elevando la tensión con EEUU.
“Con la llegada del buque Fortune y los demás buques que ya están dentro del mar territorial venezolano, dentro de la zona económica exclusiva, se expresa la autodeterminación de los pueblos”, dijo El Aissami en declaraciones ofrecidas con el buque de fondo.
Los “buques iraníes traen combustible, aditivos, repuestos, entre otros equipamientos, para levantar nuestra capacidad de refinación y producción petrolera”, añadió El Aissami acompañado por miembros de la cúpula militar en una transmisión de la televisión gubernamental.
Más temprano el Ministro difundió en Twitter imágenes del tanquero que tocó aguas venezolanas la noche del sábado, escoltado por naves de la Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela (FANB).
Un segundo barco, el Forest, ingresó ayer a aguas venezolanas, informó la Armada en un mensaje en Twitter, mostrando además fotografías captadas desde una embarcación militar que lo custodia.
El arribo de los buques a Venezuela se produce en medio de una aguda escasez de gasolina, agravada durante la cuarentena decretada por la pandemia desde el pasado 16 de marzo. La carestía ocurre en un país que en otros tiempos llegó a producir en sus refinerías 1,3 millones de barriles de combustibles por día.
Se espera la llegada de otras tres embarcaciones: Petunia, Faxon y Clavel. La flota transporta unos 1,5 millones de barriles de gasolina, según reportes de prensa.
Los barcos iraníes traen combustible, aditivos, repuestos, entre otros equipamientos, para levantar nuestra capacidad de refinación y producción petrolera.
Irán había advertido de “consecuencias” si EEUU, su principal enemigo desde hace más de 40 años, impedía el arribo de los buques a Venezuela.
Con la llegada al poder en 1999 del presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2013, las relaciones entre Teherán y Caracas se estrecharon. Irán ha expresado en reiteradas ocasiones su respaldo a su sucesor Nicolás Maduro, que también tiene el apoyo de Rusia, China, Turquía y Cuba.
Estados Unidos busca en tanto asfixiar a Maduro, a quien tilda de “dictador” acusándole de haber sido reelegido en mayo de 2018 en votaciones fraudulentas, con una batería de sanciones económicas, que incluyen un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.
La producción viene en caída libre en el país con las mayores reservas de crudo del mundo, pasando de 3,2 millones de barriles por día hace una década a menos de 700.000 bpd en la actualidad. Agencias