La leyenda negra sigue cercando el recuerdo de «Glee», la serie de Ryan Murphy. Años después de su final, su popularidad se ha visto eclipsada por sus escándalos, que pasan desde muertes por sobredosis a casos de pedofilia.
Lejos de atenuarse con el paso del tiempo, los trapos sucios de «Glee» se han incrementado con los años, potenciando esa especie de maldición que parece perseguir a un reparto destinado a convertirse en estrellas de la industria.
Después de la fatídica muerte de la actriz Naya Rivera, que se ahogó en un lago tras salvar a su hijo pequeño, y del «maltrato» de Lea Michele a Samanthay Ware, cuyo rodaje fue un infierno por culpa de la protagonista de la serie, ha salido a la luz que un actor de «Glee» envenevó a su pareja.
Aunque en esta ocasión no parece haber mala intención, ya que ha sido el propio protagonista de la historia el que ha revelado este accidente, el suceso perpetúa esa estela de mala suerte que parece perseguir al reparto de «Glee». Austin McKenzie, el novio de Kevin McHale, enfermó de repente sin que supiesen la causa. El actor, que interpretó a Artie en la serie, se considera «un hipocondríaco de toda la vida» y pensó que su pareja tenía el coronavirus, pero no fue así.