La movilidad humana es un derecho innato

En el Día Internacional del Migrante, la Defensoría del Pueblo convoca a todas las personas que crean en la igualdad de derechos a ser partícipes de la utopía de la construcción de un mundo sin muros y renueva su compromiso de continuar impulsando la articulación de instancias nacionales e internacionales para generar políticas públicas nacionales, regionales y globales que permitan sociedades integradoras y solidarias para una vida más digna.

La institución defensorial está convencida de que la movilidad humana es un derecho innato de la persona por su condición de tal. Lastimosamente, se ha verificado que la migración visible en nuestro país y en la mayoría de las naciones de Latinoamérica y del mundo no responde a criterios de voluntad, sino más bien implica una decisión forzada producto de diversas causas como: el cambio climático, conflictos internos y externos, asimetrías económicas entre países y la desigualdad de oportunidades laborales, entre otras.

En este último tiempo se han manejado, desde diferentes instancias del Estado y de la sociedad civil, discursos xenofóbicos que criminalizan la migración y estigmatizan a las personas extranjeras alegando temas de seguridad de Estado.

A fin de no caer en una indolencia cómplice que ahonde este problema, la Defensoría del Pueblo ha tomado decisiones para proteger a esta población vulnerable a través de la apertura de una unidad operativa en la Oficina Nacional, encargada específicamente de atender los problemas de la población extranjera y de los bolivianos y bolivianas en el exterior, así como de coordinar con instancias nacionales e internacionales de protección de derechos humanos.

En la Defensoría del Pueblo se es consciente de que la migración capta cada vez mayor atención y representa un desafío urgente y complejo de resolver, y existe la decisión de encararlo porque se considera que la movilidad humana es un factor importante de complementariedad, equidad y solidaridad entre nuestros pueblos.