Priscila Pinell
Tardes de rayuela junto a los amigos, acompañadas de la tradicional chicha; el elixir de los quechuas, forman parte de las costumbres de los valles cochabambinos que, cada vez es menos practicada en zonas urbanas del departamento.
La sencillez de una mesa de madera y plomo, un hoyo al medio y pequeñas marcas que indican la puntuación de los jugadores, durante décadas formaron parte de días de jolgorio, risas y buenos momentos.
La rayuela rebasó las clases sociales, pues es jugada en los locales más humildes, así como en aquellos donde va la gente acomodada. El cochabambino de sepa por lo menos jugó una vez en su vida el tradicional juego. El grupo folclórico Proyección compuso una canción dedicada a esta práctica valluna en la que resalta sus características de forma jocosa.
“La suerte de las mujeres con marido rayuelero, que tenga el pulso certero en el amor y en el juego. Con tan buena puntería nunca me ha fallado un tiro, con astucia y mucho esmero cada tiro entra en el agujero”, dice parte de la canción.
UN JUEGO DE SOLIDARIDAD
Orlando González, organiza los campeonatos nacionales y locales de rayuela, el nació en Tarata y contó a LA VOZ que desde que es muy chico practicó este pasatiempo, primero veía jugar a su padre, tíos y primos mayores, cuando dejó de ser niño empezó a participar y se apasionó por esta tradición valluna. “Cuando uno sale a compartir con amigos, lo primero para distraer es la rayuela”, señaló
La rayuela tiene su origen en la solidaridad qochala pues esta se practicaba para recaudar fondos en las misas de 9 días o cabos de año, para los dolientes.
Es decir, los ganadores de las apuestas no son quienes se quedan con el dinero recaudado, sino este va dirigido a la persona que perdió el ser querido. En algunos casos puede ayudar a que el doliente sobrelleve los gastos del funeral.
Esta práctica en más habitual en el valle alto, sin embargo, en las otras regiones del departamento e incluso fuera de este disfrutan y prueban su buena puntería los rayueleros.
SOLEADAS, EQUIPOS Y LOS TUTIS
Se juega en equipos de dos personas, cada una hace dos tiros en su turno. Sin embargo, en algunas ocasiones también se dan los desafíos de “soleadas”, es decir, uno contra uno.
El jugador debe alejarse seis pasos largos de la mesa, ponerse de frente y lanzar la moneda o tejo que tiene un peso aproximado de 19 gramos.
Se juega por 12 puntos, la mesa tiene marcada el valor de las jugadas, mientras más lejos del hoyo menos puntaje, los valores van desde 1, 2 hasta 4 puntos. Si dos monedas llegan al agujero se conoce tradicionalmente como “tuti” y es una buena jugada.
NACIÓ EN LA TIERRA
Los tableros de rayuela nacieron en la tierra, pues los primeros desafíos se hacían sobre esta, se la aplanaba se hacía un huequito y empezaba el juego, después se pasó al bloque de adobe, igualmente era alisado un orificio y estaba listo.
Actualmente las mesas modernas están hechas de madera y plomo; si bien, se tiene un tamaño estándar los más osados y experimentados rayueleros practican en un tablero más pequeño, demostrando su certera puntería.
CAMPEONATOS
En 2019, Orlando organizó un campeonato nacional, participantes de La Paz y Oruro llegaron a demostrar sus dotes rayueleras, pero la mayor cantidad de jugadores fueron de la Llajta. El pasado año no pudo desarrollarse por la pandemia; sin embargo, en noviembre de esta gestión se tiene planificado organizar el evento.
No faltan los desafíos de este particular juego en el municipio de Tarata, pues se organizan torneos internos e incluso cada chichería los fines de semana, lanza la competición entre los asistentes.
UNA PRÁCTICA DESESTRESANTE
“La rayuela te distrae y en algunos casos hace que ganes, es de nuestros antepasados, yo creo que, hay que mantenerla, practicar e incentivar de alguna manera”, digo Orlando.
Quienes disfrutan de este pasatiempo indican que no hay mejor forma de desestresarse que sentarse bajo un árbol, jugar una partida y tomar una chichita; pues aseveran que la sencillez de esta práctica es la clave para olvidar los problemas del día a día.
La rayuela no solo es un juego para varones, muchas mujeres la practican y destacan por su puntería; no obstante, el porcentaje es menos que el de los hombres.