Un cambio reciente en los lineamientos de los CDC destaca un fenómeno poco conocido: en ocasiones, la viruela del mono también puede transmitirse a través de aerosoles, de manera similar al coronavirus.
La semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) actualizaron sus lineamientos para los viajeros que desean protegerse contra la viruela del mono. Esta fue una de sus recomendaciones: “Use mascarilla. Usar una mascarilla puede ayudarlo a protegerse de muchas enfermedades, incluida la viruela del mono”.
Sin embargo, el organismo todavía indica que en los países donde se está propagando ese tipo de viruela, “los contactos que comparten el hogar y los trabajadores de la salud” deberían considerar usar mascarillas. Esa directriz también se aplica a “otras personas que pueden estar en contacto cercano con alguien que ha sido confirmado con viruela símica”.
Los CDC todavía instan a los pacientes con viruela del mono a usar una mascarilla quirúrgica, “especialmente aquellos que tienen síntomas respiratorios”. Las autoridades también les recomiendan a las personas que conviven con los contagiados que “consideren usar un cubrebocas quirúrgico” cuando estén en contacto con las personas infectadas con ese tipo de viruela.
La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud celebró una conferencia científica en la que varios investigadores discutieron acerca de las diversas incógnitas que han surgido sobre la viruela del simio, incluido su principal modo de transmisión.
“Es muy ambiguo como para determinar cuál es la ruta de transmisión verdadera o dominante, y parte de eso puede abordarse en modelos animales”, dijo en la conferencia Nancy Sullivan, investigadora del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. “Probablemente, eso deba ser prioritario en algunas de las investigaciones de laboratorio”.
Pero en sesiones informativas con la prensa y el público en general, los funcionarios sanitarios no han abordado explícitamente la posibilidad de transmisión aérea o el uso de cubrebocas con fines de protección.
Y en las entrevistas, enfatizaron el papel de las grandes gotículas respiratorias que expulsan los pacientes contagiados y llegan a los objetos o las personas. La infección con la viruela del mono requiere un “contacto sostenido muy cercano”, dijo Andrea McCollum, la principal experta en el virus de los CDC.
“Este no es un virus que se transmitió a varios metros”, dijo. “Es por eso que debemos tener mucho cuidado al momento de enfrentar esto”.
Cuando se le preguntó si los funcionarios de salud deberían dar a conocer más ampliamente la posibilidad de transmisión aérea, McCollum dijo: “Es una buena pregunta, y es algo que ciertamente deberíamos considerar para poder avanzar”.
La mayor parte de la información sobre la viruela del simio se obtuvo de estudios sobre la viruela. Durante las últimas dos décadas, los científicos han estado analizando cómo se propaga la viruela, incluida su presencia en pequeñas gotas llamadas aerosoles, con el fin de prepararse ante la posibilidad de que se use por parte de bioterroristas.
Milton advirtió que la planificación ante la posible transmisión aérea de la viruela símica era particularmente importante en los hospitales, puesto que las precauciones para evitar la propagación a través de aerosoles no son universales.
A medida que continúa el brote de viruela del simio, muchos pacientes se aíslan en casa porque sus síntomas son leves. Es posible que los miembros de esos hogares deban considerar la posibilidad de transmisión aérea, dijeron los expertos.
Aún quedan muchas preguntas sobre la viruela del mono, entre ellas por qué el brote actual solo ha producido casos relativamente leves. Los científicos no saben si las personas pueden transmitir el virus incluso en ausencia de síntomas, cuánto tiempo ha estado circulando en las comunidades y si puede transmitirse a través del semen o las secreciones vaginales.