El hecho se registró en un domicilio ubicado en pleno centro de la ciudad y genera preocupación al revelar un tercer atraco perpetrado en el departamento.
Cerca de cinco personas perpetraron el robo a la vivienda y a una tienda de pinturas que funciona en el mismo edificio.
“Fue un domingo cualquiera, yo estaba en mi cuarto, mis padrinos habían salido, cuando de repente escucho un ruido en la puerta…al ver las cámaras se ve que tienen un aparato especial para abrir, ni un minuto han tardado”, relató el inquilino a la Red Unitel.
El joven de 20 años de edad se encontró cara a cara con los delincuentes e incluso llegó a enfrentarse a uno de ellos.
“Pensaban que no había nadie, comenzaron a subir arriba, a revisar los pisos…salgo a ver si ha pasado algo y solo veo una persona hurgando mi laptop, mi reloj, ni bien me ve, comienza a atacarme con un tubo de metal y logro defenderme”, agregó.
Luego de la pelea, llegaron los cómplices y entre tres lo redijeron y maniataron.
“Ese cacho llegan tres personas, me redujeron, me ataron entre los tres, ya no podía hacer nada, entonces decidí quedarme, me patearon un rato en el suelo y me arrastraron…una vez que me redujeron, me taparon con una frazada y me votaron bajo la cama”, añadió.
La víctima fue encontrada ahí por los dueños de la vivienda horas más tarde, con golpes y varias lesiones.
El inquilino logró ver a al menos cinco personas, dos tenían armas de fuego y los otros dos usaron tubos de acero para agredirlo.
Al ingresar a los departamentos, los hombres buscaron por todas partes objetos de valor y sobre todo dinero. En su afán de encontrar dinero destrozaron los muebles y rebuscaron en las pertenencias de los dueños, se trata de una pareja de la tercera edad.
“Acá estaba su jefe, ni bien me ve, agarra el arma y me apunta el pecho, me dice, habla ahora donde está el dinero o te vamos a matar”, añadió el joven.
La dueña del domicilio señaló que los delincuentes lograron llevarse más de 30 mil bolivianos, dejándolos con deudas que pagar.
“Se lo han llevado cerca a treinta mil y quizás más en monedas…tenía una parte en dolarcitos y una parte en bolivianos, del trabajo que yo tenía por pagar y tengo que pagar, porque hay mucha mercadería que nos dejan a crédito”, explicó la aún atemorizada mujer al medio.
Forzaron chapas, rompieron roperos, cómodas y provocaron daños en la propiedad que también deben ser cubiertos por las víctimas. “Todo el departamento han volteado, han vaciado los roperos, las cómodas, en busca de dinero y joyas”.
Según manifestó la mujer, no formalizaron la denuncia por temor a represalias. Este pudo ser el primer robo que perpetró la banda criminal que asalto un aserradero y una fábrica de yeso.