El hecho se registró en una vivienda de la zona de Ticti Norte, la noche de este pasado viernes, cuando al interior de la misma solo se encontraban un menor de edad.
Una familia se vio sorprendida porque dos delincuentes se dieron modos para entrar a su casa y al verse sorprendido por uno de sus integrantes escaparon por los techos de las casas vecinas.
“Mi hijo mayor le ha encontrado a mi hijo pequeño amarrado, hemos buscado, ha venido policía y todo y no hemos encontrado nada”, explicó la dueña a la Red Unitel.
Según dio a conocer fue su hijo mayor que al llamar a su hermanito y no recibir respuesta entro a buscarlo y lo encontró reducido en la segunda planta de la vivienda.
“Le habían amarrado la mano y la boca para que no grite, mi hijo mayor llegó y había empezado a gritar y él solo murmuraba y subió al cuarto y le encontró así amarrado en el suelo”, agrego la madre.
Por su parte, el hermano contó que se encontraba en el exterior de la casa y pese a que pidió ayuda y corrieron para alcanzar a los delincuentes, no lograron dar con ellos.
“Yo estaba aquí afuera lavando el auto, le he gritado a mi hermanito, he subido corriendo y estaba amarrado directamente su boca y sus manos agarrado…Hemos ido a rodear las casas de atrás y todo, no hemos encontrado nada”, explicó al medio.
La familia llamó a la policía que también revisó el lugar; sin embargo, ante el temor de que los delincuentes permanecieran por la zona, acompañados con vecinos realizaron rastrillajes en los techos de las casas.
Aun atemorizado el menor relató que no pudo distinguir sus rostros, porque tenían la cara cubierta, “yo me he asustado harto…eran dos, pero estaban todo con capucha”, contó.
El menor se encontraba en la casa realizando sus tareas y cuando salió de su cuarto a buscar material escolar se encontró frente a frente con los delincuentes.
“Yo estaba buscando mi borrador para hacer mi tarea y ellos han salido de su cuarto de mi papá con celulares y lo han votado los celulares, han corrido donde mí, me han agarrado y han sacado eso de ahí –la ropa- y me han atado mi boca, mis manos y yo no podía hacer nada”, agregó.
El pequeño, aun afligido y con la voz entrecortada, confirmó que los delincuentes huyeron al escuchar a su hermano y se fueron por el techo de la casa.
La familia aún se encontraba revisando la vivienda para saber si llegaron a robar algo.