A los pies del Cristo de la Concordia se encuentra la tradicional silpanchería: “Orejas de Elefante”, su nombre lo dice todo, pues es uno de los lugares favoritos de los cochabambinos para disfrutar uno de los platos tradicionales de la Llajta.
Casi medio siglo deleitando los paladares cochalas, esta silpanchería abrió sus puertas hace 45 años y desde entonces se destaca por su buen sabor y sobre todo porque; como se dice comúnmente, son platos “bien servidos”.
Jhoselin Pinto Colque es la propietaria de “Orejas de Elefante” y afirma que sigue la tradición de su mamá, María Luisa Salvatierra, quien abrió por primera vez el restaurante, y precisamente nació con su nombre “Silpanchería María Luisa”.
La ubicación nunca cambió, pues desde un inicio el local atendió en su domicilio, otra cosa que jamás cambió fue la sazón ya que no había nada que mejorar, la receta y el preparado de la carne continúa siendo la mismo.
En la actualidad, si bien, Jhoselin es quien se hace cargo, la matriarca permanentemente inspecciona que la calidad de los platos no baje y se mantenga la receta.
UNA NECESIDAD, UNA OPORTUNIDAD
Jhoselin contó a LA VOZ que la necesidad económica por la que atravesaba su familia hizo que su mamá decidiera dedicarse a preparar comida para vender, pero lo que mejor acogida tuvo fue el tradicional silpancho.
Una vez que la señora Maria Luisa encontró su fuerte, cambió la tradicional forma circular de la carne por una ovalada, el plato redondo por una pescadera y fue así que llegó a esta singular presentación.
Los clientes fueron quienes dieron el nombre de “orejas de elefante”, por su peculiar forma. “Parecen orejas de elefante”, “¿Es aquí donde venden las orejas?”, fueron los comentarios que dieron origen al nombre actual.
Tanto la madre como la hija supieron hacer frente a las malas situaciones, si bien, en una primera instancia fue la señora María Luisa que dio inicio, después fue Jhoselin que se vio afectada por la pandemia, la cuarentena rígida, los horarios de restricción entre otros factores y tuvo que darse modos para salir adelante.
Es así que decide adoptar definitivamente el nombre de orejas de elefante para su silpanchería y difunde un video en TikTok ; el cual, tiene un alcance que jamás imaginó , pues gracias a este las ventas se dispararon.
En una primera instancia hicieron solo atendieron por delivery, pero ahora además de hacer envíos y recibir pedidos también hacen la atención en el lugar.
GENERANDO EMPLEOS
El éxito de las orejas de elefante no solo beneficia a los propietarios, sino también a 26 personas que fueron contratadas, para elaborar el suculento plato.
“A veces ya no damos abasto, yo también entro a golpear la carne, pelar y picar, estamos viendo la posibilidad de contratar más personal. Necesita un proceso largo, ya que hay golpear la carne, picar perfectamente las verduras, no es como hacer otros platos”, aseveró.
El trabajo inicia a las 7.00, lo primero que hacen es picar las verduras para la ensalada y pelar las papas, 8.00 se empieza a granear el arroz a las 9.00 llegan las golpeadoras de carne, 10.00 ya se tiene todo listo porque a las 11.00 la silpanchería, abre sus puertas a los comensales.
BONITO, RICO Y BARATO
Un amarillo intenso que muestra calidez es lo que caracteriza a la silpanchería que desde su fachada hasta los uniformes de quienes trababan en esta, hacen un llamado al cochabambino de buen comer para que ingrese al restaurante.
Ya en la puerta se siente la fragancia de la carne fritándose, el visitante; como si estuviese enamorado, siente mariposas en el estómago que indican que es hora de saborear las deliciosas “orejas de elefante”.
Además de disfrutar de uno de los platos estrellas de la Llajta, la atención de quienes trabajan es cordial, pues un buen ambiente hace mucho en un momento tan importante como lo es el de la comida.
Los precios también son motivantes, ya que el plato solo cuesta Bs 21, un trancapecho Bs 10 y el mega-silpancho; para cuatro personas, Bs 80. (Priscila Pinell)