La mañana de ayer, un grupo de trabajadoras sexuales, llegaron hasta las puertas de la Alcaldía de Cochabamba en una marcha de protesta con la finalidad de exigir la reapertura de los lenocinios conocido sector del “avión”, ubicado en la avenida Siles y 6 de Agosto, bajo el lema de ‘queremos trabajar’.
«Somos trabajadoras sexuales de diferentes locales, no nos dejan trabajar durante 9 meses, nos piden protección, medidas de bioseguridad y nosotras estamos protegidas», sostuvo una de las manifestantes, que se identificó como Cielo.
Denunció que mientras al grupo de trabajadoras sexuales denominadas «independientes», no se les permite ejercer, en la zona norte de la ciudad de Cochabamba, las restricciones desaparecen y los prostíbulos en su mayoría clandestinos permanecen abiertos a “vista y paciencia”, de las autoridades.
Asimismo, señalaron que ellas realizaron un curso de bioseguridad en el Servicio Departamental de Salud (Sedes) y conocen perfectamente cómo implementar dichas medidas.
«Lo único que pedimos es el sello para aprobar las normas de bioseguridad y poder trabajar», refirió otra trabajadora sexual.
Explicó que las demandas, de aproximadamente 600 mujeres que ejercen el trabajo sexual es legítima.
«Tenemos hijos, quieren comer, se acerca Navidad, cada niño tiene la esperanza de recibir un juguete, con qué plata, si no podemos trabajar», reclamó.
Las trabajadoras sexuales amenazan con radicalizar sus medidas de presión en caso que las autoridades no atiendan su pedido.
«Somos madres y padres para nuestros hijos y no tenemos dinero para alimentarlos. Durante este tiempo trabajamos de lo que pudimos», manifestó.