Un hombre ha demandado al urólogo que le operó por realizarle una intervención para quitarle parte del pene que, al parecer, no era necesaria. Supuestamente tenía un tumor y posibilidad de morir.
El letrado asegura que no existía ningún tumor: «Los resultados de los exámenes histológicos posteriores a la operación aclararon que no había patología tumoral. Solo meses después de la cirugía, en la primavera del 2019, los análisis aclararon que el paciente padecía de sífilis, una infección que después fue tratada con medicamentos».
Esta intervención tuvo importantes repercusiones en la vida del hombre: tuvo que llevar un catéter durante meses, ya no puede mantener relaciones sexuales, ni tampoco orinar de pie, entre otras. Agencias