La noche del 25 de noviembre de 2017, en un departamento de la ciudad de Córdoba, Brenda Micaela Barattini le cortó parte del pene y los testículos a su amante con una tijera de podar y dio inicio así a uno de los casos más controversiales de los últimos años.
En su defensa la arquitecta, que en ese momento tenía 28 años, denunció que “S.F.” la trataba como un “objeto sexual” y que incluso la violaba para obligarla a grabar videos sexuales, pero aseguró que “nunca jamás” quiso “matar a alguien”.
Así, Barattini llegó al juicio que se hizo en 2019 acusada de lesiones gravísimas, pero terminó condenada a 13 años de prisión por el delito de homicidio en grado de tentativa calificado por alevosía.
El alegato contundente de la fiscal Laura Battistelli, con la tijera que usó la acusada para amputarle los genitales a su amante en sus manos, fue fundamental para lograr esa sentencia. “Todo el mundo fue a contener a la víctima, que era la señora (por Brenda). La otra persona perdió un testículo, que se le cayó y lo metieron en una bolsa con hielo. La víctima era él”, argumentó entonces.
Y completó: “Brenda ni siquiera le tuvo pena. Si yo lo quiero lastimar y se me fue la mano, lo ayudo. Ella nunca abandonó la frialdad porque lo quería muerto”.
A siete años del brutal ataque, Battistelli repasó el caso con TN y afirmó: “El alegato fue muy duro porque hablar para un jurado popular no es igual que hablar para jueces técnicos”. En este sentido explicó que la decisión de exhibir la tijera fue la manera que encontró de “trasladar al jurado la situación del hecho con un lenguaje gráfico”.
El hombre era músico y tocaba en la misma banda que el hermano de Brenda. La supuesta devolución de un instrumento que él había dejado en la casa de su amante fue la excusa para que ella pudiera poner en marcha su venganza. “Planeó el encuentro sexual de despedida y aprovechó para atacarlo”, indicó la fiscal.
Mientras tenían relaciones sexuales, ella le propuso un juego. Le tapó los ojos con un antifaz de color gris y, en ese estado de vulnerabilidad en el que se encontraba él, sacó la tijera de podar que guardaba debajo de la cama y lo cortó. Agencias