Trató de ahorcarla, pero como no podía, la decapitó. El padre asesino se oponía a la relación porque cada familia era de sectas diferentes.
Romina, de 14 años, huyó con Bahman de 35, aunque ambas familias se oponían a la relación. Esta joven es la última víctima de los aún llamados ‘asesinatos por honor’ en Irán.
El terrible crimen causa indignación en el país de Medio Oriente. Muchos iraníes calientan las redes sociales denunciando la muerte de Romina, adolescente, a manos de su padre, con una hoz.
El asesino y su hija vivían en localidad de Hovigh, provincia de Gilan. Medios locales explican que Romina, de 13 años, huyó con Bahman, de 35, después de que ambas familias, de sectas distintas, se opusieran a la relación. Sendas denuncias de desaparición forzaron la actuación de la Policía.
Los agentes detuvieron a la pareja cinco días después de la huida. Él pasó una noche en el calabozo, pero presuntamente no fue hallado culpable de secuestro ni de ningún otro cargo, tal y como la familia de ella alegó. En cuanto a Romina, fue entregada a su padre, pese a las advertencias de la joven sobre su férreo apego a la Ley Islámica, que lo considera guardián de la muchacha.
De una forma u otra, el 21 de mayo pasado el padre acabó optando por intentar asfixiar a su hija una noche y, al ver que no lograba acabar con ella, decidio hacerlo con una hoz degollandola. El progenitor se entregó a la Policía con el arma asesina.