Le sacó los ojos a su hijo en un ritual satánico

El director de Seguridad Pública de Ciudad Nezahualcóyotl, una inmensa barriada de la zona metropolitana de la Ciudad de México, informó de que junto a Carmen Ríos García, madre del niño mutilado, fueron aprehendidos un hombre de 25 años y otro de 48; dos chicas de 22 y de 20 años, una mujer de 48 y tres menores de edad.

Las autoridades fueron alertadas por uno de los vecinos, quienes llevaban días escuchando alabanzas y letanías interpretadas por mujeres entre las que se colaban los nombres de Cristo y de Satanás. En la mañana del jueves también oyeron a un hombre implorar que les entregaran a sus hijos, mientras pedía a gritos una ambulancia.

Al presentarse la Policía, los agentes encontraron a Carmen Ríos en medio de una fuerte crisis nerviosa y abrazando con fuerza al pequeño. Cuando la mujer lo soltó, los municipales comprobaron con espanto que el niño no tenía glóbulos oculares, por lo que solicitaron de inmediato el apoyo del personal de Rescate Municipal para trasladarlo a un hospital.

Isaac Acevedo, fiscal regional de Nezahualcóyolt, explicó que Carmen y su hermana Ruth son las presuntas autoras materiales de tamaña barbarie. El funcionario explicó que el grupo se aprestaban a iniciar un ritual de santería, pues suponía que el mundo se iba a acabar el en medio de un gran terremoto. Como el niño se negó a cerrar los ojos durante el rito, su propia madre lo cegó con sus manos.

Carmen Ríos, que dirigía el rito, solicitó a los presentes que cerraran los ojos. Como el pequeño se negara a hacerlo, su madre ordenó que le fueran arrancados los ojos. La tía del menor lo asió con fuerza y su propia madre lo cegó con sus propias manos, según Acevedo.

Como de costumbre, el vecindario asegura que la familia involucrada en este macabro suceso era «gente normal»; una más de las que habitan San Agustín Atlapulco, una colonia de «Neza» fundada hace un cuarto de siglo por inmigrantes llegados de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Guerrero.

El pequeño permanece internado en el Hospital Infantil de Tacubaya. El padre atiende su trabajo y a los otros dos hermanos de la víctima: una pequeña de apenas nueve meses y un m menor de 8 años. Agencias