Miles de personas protestaron la noche de este martes en Minneapolis por la muerte a manos de policías del ciudadano afroamericano George Floyd, ocurrida 24 horas antes. Los manifestantes marcharon al grito de “¡no puedo respirar!”, la misma frase que pronunció Floyd mientras uno de los agentes lo tenía inmovilizado con la rodilla sobre su cuello.
A ese grito se sumó LeBron James, referente de la NBA, el deporte por excelencia del país norteamericano. El basquetbolista quiso dejar un claro mensaje en sus redes sociales, en las que reúne a más de 70 millones de seguidores.
“¿Entiendes ahora? ¿O todavía no te queda claro?”, escribió el jugador de los Lakers junto a una imagen dividida en dos. Del lado izquierdo aparecía una captura del momento en el que un policía apretaba su rodilla contra el cuello de Floyd y del derecho una foto de Colin Kaepernick, el jugador de la NFL que quedó como agente libre por manifestarse en contra de la discriminación que sufren los afroestadounidenses en su país.
“Esta es la razón”, se pudo leer encima de la imagen que publicó LeBron James, justificando las protestas de su compatriota que tantas polémicas causaron y por la que ningún equipo de la NFL volvió a contar con sus servicios.
“Por favor, su rodilla en mi cuello no me deja respirar”, fueron las últimas palabras de George Floyd antes de morir en un arresto que presenciaron varios testigos. “Quítale la rodilla y comprueba su pulso. No está respirando, ¡comprueba su pulso!”, le exigió uno de los espectadores.
La marcha, a la que se sumaron cientos de personas, empezó en el lugar de la muerte de Floyd y terminó frente a una comisaría cercana, donde la Policía antidisturbios lanzó gases y balas de goma a los manifestantes tras algunos desperfectos, según informó el periódico local The Star Tribune.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, anunció en la tarde del martes el despido de cuatro agentes de Policía implicados en los hechos que derivaron en la muerte de Floyd, incluido el uniformado que aparece en los vídeos que se viralizaron en todo el mundo en donde se lo pudo ver con la rodilla sobre su cuello.
“Ser afroamericano en Estados Unidos no debería ser una condena a muerte”, expresó Frey.
El episodio se produjo cuando la policía recibió un llamado donde alertaban que un individuo de unos 40 años estaba en el interior de un vehículo y parecía drogado. Los agentes encontraron al sujeto sentado dentro en su automóvil. Tras ordenarle que saliera del vehículo, se habría resistido al arresto por lo que los oficiales decidieron inmovilizaron en el piso.
“Durante cinco minutos vemos cómo un agente blanco apretó su rodilla en el cuello de un hombre negro. Cinco minutos”, dijo Frey en una conferencia de prensa y agregó: “Cuando uno escucha que alguien clama por socorro, se supone que hay que socorrerlo (…) Este agente falló en el sentido humano más básico. Lo que ocurrió anoche fue, simplemente, horrible”.