Lionel Messi necesitó solo un mes para convertir al Inter Miami, último de la MLS, en un equipo campeón en la Leagues Cup, coronando el inicio soñado de su nueva y ambiciosa aventura en el fútbol de su continente.
«CAMPEONESSS!!! Muy felices de conseguir el primer título de la historia de este club. El trabajo y compromiso de todos lo hizo posible», escribió el astro argentino en Instagram tras el agónico triunfo en penales del sábado ante Nashville SC en la final de la Leagues Cup.
«Ojalá esto solo sea el principio… Vamos @intermiamicf!!!!», alentó Messi, que no habló en la zona mixta tras recoger el trofeo en el estadio Geodis Park de Nashville (Tennessee).
Esta semana, en su única conferencia de prensa en Miami, reiteró que se encuentra «muy feliz» y convencido del acierto de la decisión tomada con su familia tras zanjar una etapa difícil en el Paris Saint-Germain y desechar una oferta colosal de la pujante liga saudita.
El ganador de siete Balones de Oro aseguró que simplemente quiere «seguir disfrutando del fútbol», rechazando que su fichaje tenga la elevada misión de dar el impulso definitivo a este deporte en Estados Unidos.
Aún así, la llegada del considerado mejor jugador de la historia ha generado un fenómeno sin precedentes alrededor del ‘soccer’ fortalecido con cada genialidad en el campo de Messi, que no tardó un minuto en confirmar que no fue a Florida de vacaciones.
Tras sorprender al mundo con su decisión de jugar en Estados Unidos, Messi aterrizó el 11 de julio en Miami y, sin apenas entrenamientos, debutó diez días después anotando el gol de la victoria 2-1 ante Cruz Azul en el descuento.
Después de ese impactante estreno, el ’10’ vio puerta en los otros seis partidos de la Leagues Cup, incluida la final del sábado, donde alzó el título y los premios individuales al mejor jugador y máximo artillero. El Inter, adonde le siguieron sus exsocios del Barcelona Sergio Busquets y Jordi Alba, inauguró así su vitrina de trofeos después de tres años languideciendo en la MLS. Agencias