Son difusores y de alguna forma con más de 30 años en el Correo llegaron a formar parte del “patrimonio cultural” de esta zona, son los “libreros de viejo”, comercializan libros originales, joyas literarias que en algunos casos tienen más de 100 años de impresión, durante generaciones han ido enriqueciendo mentes, espíritus y colecciones con el trabajo que realizan.
Lamentablemente se encuentran en riesgo de desaparecer, pues fueron conminados a retirarse de los que fueron sus puestos durante décadas, las mejoras en el piso a esta zona le dieron valor patrimonial según las autoridades municipales.
Durante varios días los libreros se encuentran instalados en carpas cuidando sus lugares de venta, pese a que tuvieron reuniones con autoridades de la Intendencia no llegaron a ningún acuerdo, pues afirman que desde el municipio no les hicieron una propuesta razonable, los quieren trasladar a la av. Ayacucho entre av. Heroínas y Colombia, donde afirman los vecinos no quieren que se ubiquen, además de que señalaron que es una calzada muy angosta.
Los libreros expresaron su extrañeza por los permisos que se otorgan a quienes venden comida rápida por las noches, pues estos dejan “engrasado el patrimonio” con residuos de aceite, entre otros; sin embargo, a ellos no les permiten comercializar libros.
No solo existe preocupación en los comerciantes sino también en aquellos lectores apasionados que encuentran en ellos literatura de calidad.