La noche de ayer la policía realizó un operativo donde sorprendieron varias licorerías funcionando de manera regular, pese a la cuarentena y las restricciones y prohibiciones, referente a la atención de todo tipo de negocio.
Estos negocios fueron obligados a cerrar de manera inmediata, además de ser trasladados a dependencias policiales a los encargados de dichos locales.
Tras un patrullaje por el personal de la Policía y las Fuerzas Armadas (FF.AA.), se logró interceptar las licorerías que estaban atendiendo y comercializando bebidas alcohólicas.
La policía anunció que estos controles serán intensificados con el fin de evitar la propagación del coronavirus.
Así mismo las autoridades policiales anunciaron que las personas que sean sorprendidas infringiendo la emergencia sanitaria, serán sometidas a procesos penales, además de multas económicas de 1.000 bolivianos que deberán pagar.