Aunque el consumo de alimentos saludables es necesario para evitar enfermedades, la obsesión por comer sano puede traer efectos contraproducentes.
- Comer aguacates
Es muy beneficioso comer aguacates dentro de una dieta equilibrada. Esta es una de esas frutas enormemente saludables, que además de saciar el apetito, es capaz de ayudar a depurar toxinas del organismo mientras aporta una buena cantidad de grasas beneficiosas (omega 3). - Darle prioridad a los alimentos integrales frente a los de harina blanca refinada
Consumir panes integrales (es decir, panes de grano entero como puede ser el de trigo, cebada, avena, etc.), en lugar de consumir pan blanco es un gran acierto. Principalmente porque los granos enteros son fuente de vitaminas del complejo B, que -entre otras cosas- ayudan en la mejora de la metabolización de las grasas y la función hepática que nos permite fortalecer y y descongestionar el hígado. Por tanto, serán un aliado en tu intento por perder peso. - Consumir té verde
Seguramente habrás oído mencionar alguna vez muchos de los beneficios del té verde. Es esa bebida rica en antioxidantes que nos ayuda a depurar y acelerar el metabolismo y que, gracias a sus catequinas, ayudar al buen funcionamiento del hígado. Vale la pena tomarlo en el desayuno o bien a media tarde, 45 minutos después de haber comido. - Tomar uvas frescas
Uvas blancas, uvas moradas… no importa. Son una fuente natural de antioxidantes que ayudan a la activación de producción de bilis. Disponen además de propiedades antienvejecimiento y protectoras de el corazón, gracias a su contenido en un antioxidante muy particular: el resveratrol. Es una de esas frutas más adecuadas para la salud. ¡No dudes en consumirla cuando esté de temporada! - Comer una manzana verde al día ayuda a perder peso
Comer una manzana verde al día en lugar de cualquier snack industrial o golosina rica en azúcares, grasas y antinutrientes es una excelente opción para saciar el apetito, poner en marcha el intestino, desinflamar el abdomen y, cómo no, obtener una buena dosis de nutrientes que promoverán la salud de todo el organismo, incluyendo el hígado. - Tomar jugo de betabel (remolacha) y zanahoria, en vez de alcohol
Este jugo natural es sabroso y muchísimo más saludable que cualquier bebida alcohólica. Consumirlo te ayudará a depurar tu organismo, eliminar toxinas y además, cuidar tu salud hepática. Destaca su aporte de fibra, así como también de flavonoides y beta-caroteno, que son sustancias que ayudan a estimular y mejorar la función hepática. - Comer más verduras y vegetales de hoja verde
Espinacas, berros, coles de bruselas, rúcula, escarola… son ideales para ayudarnos a limpiar el hígado y el intestino de desechos y toxinas acumuladas. Aparte, su contenido de clorofila nos ayuda a desintoxicar el organismo, lo que también resulta muy conveniente. - Tomar de vez en cuando un poco de aceite de oliva con limón
Una cucharada de aceite de oliva virgen extra y tres gotitas de jugo de limón es un remedio natural que se recomienda para limpiar el hígado y el intestino de desechos acomulados y toxinas. Esto es porque puede ayudar a promover el tránsito intestinal, algo sin duda muy conveniente en caso de estreñimiento. ¡Pruébalo!
Ahora que ya conoces todas estas opciones para bajar de peso saludablemente y al mismo tiempo cuidar tu salud hepática, ¿qué esperas para empezar a integrarlas a tu rutina? ¡Cuanto antes empieces, mejor te sentirás!
Recuerda que si tienes cualquier duda sobre cómo mejorar tu estilo de vida para ganar en salud, lo mejor será que consultes con tu médico de cabecera y sigas sus indicaciones.