En su nuevo libro, el general de Ejército y exsenador del MAS Freddy Bersatti señaló que quien planificó el fraude electoral de octubre de 2019 fue el vicepresidente Álvaro García Linera, a quien acusa de instruir al entonces ministro de Economía Luis Arce Catacora imprimir papeletas de sufragio que respalden los resultados que serían trucados a través de sistemas informáticos.
Estas papeletas serían llenadas posteriormente en el Ministerio de Justicia, asegura Bersatti, aunque casi sin ningún sustento más que sus propias declaraciones. El militar jubilado señaló que este fraude fue el último intento de García Linera para deshacerse de Evo Morales y así asumir él mismo el poder.
“Dos meses antes de las elecciones, en una conversación por teléfono, el vicepresidente García Linera le instruía al ministro Arce Catacora la impresión de actas de sufragios, independiente de la Corte Electoral. Días después esta información fue confirmada, ya que un empleado del Ministerio de Finanzas (Economía) y una secretaria del Ministerio de la Presidencia estaban realizando este trabajo”, escribió el militar.
Estas son sólo algunas de las acusaciones que el uniformado, quien trabajó de cerca con las altas esferas del MAS, hace en el libro Los 4 del Poder Oscuro del Entorno, en referencia a García Linera, el hermano de éste, el exministro Juan Ramón Quintana y el exministro Héctor Arce.
Añade que estas papeletas truchas “respaldarían el fraude de Agetic (Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación)”.
El corte del sistema de conteo de votos (TREP) la noche del 20 de octubre de 2019 también fue ordenada por García Linera, según Bersatti, con la intención descubrir el fraude y lograr la salida de Morales.
“Si estos mismos resultados fraudulentos se hubiesen dado, pero con información del TREP cada hora, respaldados con las actas de sufragios, previamente impresas por orden de Arce Catacora y que se irían llenando en el Ministerio de Justicia a orden de Héctor Arce, como estaba planeado, todas las sospechas se hubiesen disipado y Evo Morales hubiese sido presidente”.
Página Siete intentó conversar nuevamente con el autor del libro para conocer con mayor detalle en qué se basa para realizar estas aseveraciones, pero esto no fue posible. Sin embargo, algunos de estos datos tienen respaldo en información que ya se conocía con relación a denuncias y pesquisas del Ministerio Público sobre el fraude electoral.
Por ejemplo, el 1 de marzo al menos 30 funcionarios del Ministerio de Justicia se presentaron ante la Fiscalía para denunciar como, entre otros abusos, el exministro Arce ordenó a sus dependientes a llenar papeletas de las elecciones en oficinas de esta cartera de Estado.
Por otro lado, en noviembre de 2019, el Ministerio Público comenzó a investigar a la empresa que imprimió las papeletas electorales debido a las denuncias de que se habrían impreso boletas por demás para respaldar el fraude.
Bersatti añade en su libro que “para segurar la renuncia de Evo, (García Linera) lo convenció de que se invite a la OEA para que haga una auditoría, le dijo que todo saldría bien, pero él sabía que la OEA encontraría la manipulación de Agetic”.
Al final, debido a las circunstancias, no sólo Morales renunció, sino toda la línea de sucesión constitucional, o casi toda. Agencias