A menos de 100 días de la Copa del Mundo de fútbol, crece en número de figuras públicas que cuestionan la participación en el evento y su cobertura informativa debido a las violaciones de derechos humanos por parte del país anfitrión. Un sondeo publicado este jueves indica que la mayoría de los aficionados pide una indemnización a los obreros migrantes explotados para la construcción de la infraestructura para acoger el acontecimiento.
“No voy a ver ni un solo partido de este Mundial. En primer lugar, porque Catar no es un país futbolístico. No hay fervor, no hay sabor. Es una aberración ecológica, con todos esos estadios con aire acondicionado… qué locura, qué estupidez», denunció esta semana la ex estrella de fútbol Eric Cantona.
«Pero sobre todo es un horror humano. Cuántos miles de personas han muerto para construir estos estadios, sólo para entretener al público durante dos meses… y a nadie le importa», añadió la leyenda del Manchester United y ex jugador de la selección francesa.
Sus palabras se suman a las pronunciadas una semana antes por el alemán Philipp Lahm, ex campeón del mundo. “No formo parte de la delegación y no tengo ganas de volar allí como aficionado. Prefiero seguir el torneo desde casa”, dijo.
Miles de obreros muertos
Desde su designación en 2010 como sede del Mundial-2022, Catar ha estado en el foco de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, especialmente por las condiciones de trabajo en las infraestructuras para el torneo (estadios, hoteles, carreteras…) y por la situación de las minorías sexuales.
El país está acusado de no haber declarado todas las muertes que se han producido y de no haber hecho nada para mejorar la situación de los trabajadores. Según Amnistía internacional, unos 6.500 obreros procedentes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka murieron desde que atribuyeron el certamen a Catar. También son habituales las denuncias de obreros que no han recibido salario luego de trabajar en condiciones extremas. Agencias