Lluvias apocalípticas dejan 78 muertos

Intensas lluvias y centenares de deslizamientos de tierra dejaron al menos 78 muertos en la antigua ciudad imperial brasileña de Petrópolis, donde el miércoles se libraba una carrera contrarreloj para hallar a eventuales supervivientes bajo el lodo y los escombros. «Es un escenario de guerra. Solo tienen que ver los muros y ver hasta dónde el agua llegó», dijo al final de la tarde Cláudio Castro, gobernador de Rio de Janeiro (sureste), en una rueda de prensa en la zona del desastre, en la región serrana del estado.

El gobernador confirmó al final de la tarde 78 muertos, una cifra que continúa creciendo con el correr de las horas, tras el temporal ocurrido en la tarde del martes en la ciudad ubicada a 68 km al norte de Rio. «Fue la peor lluvia desde 1932», declaró. Según la Defensa Civil de la Alcaldía, se produjeron en 24 horas 325 incidentes, entre ellos 269 deslizamientos, además de derrumbes de decenas de viviendas, y caídas de muros y de árboles. Videos viralizados en redes sociales mostraron imágenes impactantes de algunas vías de Petrópolis convertidas en ríos correntosos arrastrando todo al pasar con una fuerza desmesurada.

Equipos de rescate trabajaban para socorrer a los afectados, muchos de los cuales buscaban desesperados a familiares y amigos en un escenario de viviendas reducidas a escombros y vehículos apilados entre el agua y el barro, constataron periodistas de la AFP. «Nadie lo esperaba, fue desesperante, muy triste. Tengo amigos que están desaparecidos», dijo Elisabeth Pio Lourenço, de 32 años, vecina del destrozado barrio de Alto da Serra. Hasta el momento, las autoridades no han informado la cantidad de desaparecidos. «No quiero ver lluvia nunca más en mi vida», exclamó otro vecino, Jerónimo Leonardo, de 47 años, que el martes tuvo que salir a toda prisa de su casa, que quedó relativamente conservada.

La iglesia de Santo Antonio, cercana al área del desastre, abrió sus puertas para acoger a más de 150 personas, evacuadas de sus casas por las inundaciones o el peligro de deslave a causa del temporal. Muchas otras fueron atendidas principalmente en escuelas. Agencias